La innovación es un factor clave que distingue a naciones de diferentes niveles de ingresos. La falta de transición en los niveles de conocimiento limita la evolución del ingreso de los países, por lo que resulta crucial que los países en desarrollo inviertan en aspectos como la mejora del capital humano y la investigación y desarrollo.
La Política Nacional de Innovación traza un rumbo hacia el 2030 basado en pilares fundamentales como la formación del talento humano, la sostenibilidad ambiental, la buena gobernanza, la promoción de una mentalidad y cultura innovadora, y la inversión en innovación. Este enfoque estratégico busca generar soluciones eficientes, creativas y sostenibles para abordar los desafíos del país, impulsando así la competitividad, la transformación productiva sostenible y la inclusión.
En 2023, el Índice Global de Innovación de la República Dominicana se situó en 22.4 puntos sobre 100, reflejando una disminución de 0.3 puntos respecto al año anterior. Este desempeño se queda por debajo de lo esperado, considerando su estatus como país de renta media alta con un promedio de 28.5 puntos descendiendo cuatro en su posición de desempeño respecto al año anterior y ubicándose en el puesto 94 entre 132 países evaluados por debajo del promedio regional de América Latina y el Caribe, establecido en 24.79.
Aunque en 2019 ocupó una posición más favorable en el puesto global 87, esta caída en el ranking se explica no solo por la reducción en la puntuación obtenida, sino por el avance que han tenido otros países en este indicador. En términos regionales, existe una brecha de 11.2 puntos con Brasil, líder en el ranking de mejor desempeño.
Este retroceso no es exclusivo del país, sino que se presenta a nivel regional. De los 33 países con desempeños inferiores a lo esperado, 11 pertenecen a América Latina y el Caribe, la mayoría con declives en el ranking; solo 6 de los 19 países de la región lograron aumentar su Índice Global de Innovación (Brasil, Uruguay, Colombia, El Salvador, Trinidad y Tobago y Ecuador), según indica el informe del Consejo Nacional de Competitividad 2023.
La sofisticación de negocios y mercado, junto con el capital humano e investigación, son algunos de los insumos requeridos para la innovación en los que el país se encuentra por debajo del promedio regional. El capital humano, especialmente que se mide a través de indicadores como las Pruebas PISA, graduados en ciencias e ingenierías, inversión en Investigación y Desarrollo corporativo a nivel global, investigadores y gastos en I+D como porcentaje del PIB, es el pilar de mayores oportunidades de mejora.
Lo anterior denota que la innovación requiere habilidades y conocimientos específicos. Impulsar la innovación puede derivar en una mayor inversión en educación y capacitación en áreas clave, facilitando la transición.