Esta es una pregunta que me han hecho en diversos escenarios. Hay sectores preocupados por lo que pasará con la tasa de cambio (pesos-dólares) luego del proceso electoral, específicamente luego de las elecciones de mayo próximo. Lo primero que tengo que afirmar es que no hay espacio para la incertidumbre. No hay un solo motivo, una sola razón que justifique dudar del futuro a corto, mediano y largo plazo de República Dominicana.
Os haré una pregunta: ¿Cómo cree usted que nuestro país se convirtió en la séptima economía más grande América Latina medida por su producto interno bruto (PIB)?
Cualquiera pensaría que es sólo por el crecimiento económico. Por supuesto que tiene que ver. Yo me iría a la variable intangible que genera las condiciones para el crecimiento. Me refiero a la confianza de los agentes económico en el porvenir de nuestro país.
Pero eso no se queda ahí. Hay que agregar, indefectiblemente, otras variables que son determinantes en este contexto de crecimiento económico.
La tasa de cambio pesos-dólares se mantiene estable. ¿Considera usted que seguirá igual luego de las elecciones de mayo?
- Sí (59%)
- No (41%)
Nuestro país goza, desde hace más de tres décadas, de un proceso de fortalecimiento institucional y madurez de su sistema democrático, que si miramos más atrás se inició a finales de la década de 1970. El último episodio de inestabilidad se dio con la ruptura del orden constitucional en 1962. A partir de ahí, con las altas y bajas, todos los Presidentes que hemos tenido ha sido producto de procesos democráticos.
Otro aspecto para tomar en consideración es la estabilidad social, sin la cual sería imposible alcanzar los niveles de confianza del capital privado que genera bienestar a través de la inversión. El sector privado, apoyado por un Estado funcional en todas partes, genera empleos y expansión económica.
¿Y qué decir del Banco Central? Para nadie es un secreto que esta entidad ha sabido estar a la altura de las circunstancias, tomando las medidas proactivas en el momento justo. Sus reservas superan los US$13,800 millones, suficientes para enfrentar cualquier contingencia.
Y hay más: el sector turístico constituye una de las patas principales en la generación de divisas, superando los 10 millones de visitantes al año y con perspectivas a seguir en la ruta del crecimiento por las condiciones únicas que ofrece República Dominicana. La inestabilidad política y social que presentan otras zonas del planeta, además, impulsan a más turistas hacia nuestra zona.
Las remesas enviadas por los dominicanos en el exterior son otro elemento para tomar en cuenta para que tengamos certidumbre. Nuestra economía, junto con la diáspora, genera los dólares suficientes para mantener estable la tasa de cambio, moviéndose en el rango normal estimado de un 3.0% anual de depreciación del peso frente al dólar, lo cual es muy saludable para darle los niveles de competitividad suficientes a los generadores de divisas.
Todo esto, además, sucede sin poner el riesgo la estabilidad de precios, pues la inflación ha retrocedido por debajo del rango meta. Todo está bien y así seguirá.