El 24 de abril está programado el primer debate entre candidatos presidenciales con potencial de triunfo en República Dominicana.
La idea es buena, pues permitirá a los ciudadanos escuchar las propuestas de los candidatos y decidir, con base en sus exposiciones, por cual de ellos ejercerían el voto el 19 de mayo.
Sin embargo, no hay que perder de vista el efecto mercadológico, subjetivo y poco real que puede tener la exposición “brillante” de un candidato, quien no necesariamente sería un buen gerente. En ese caso, la decisión del elector pudiera estar guiada por alguien que hable bonito y tenga buena fluidez y no que se trate de la persona mejor intencionada y calificada para el cargo.
Hay candidatos con buena capacidad oratoria y deficiencias administrativas. Sin embargo, también puede ser el caso de quienes no tienen ni capacidad gerencia ni oratoria o los que tienen ambas virtudes a la vez. En todo caso, será un buen espacio de entretenimiento.