[dropcap]S[/dropcap]i el secretario de Desarrollo Económico y Comercio y presidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Alberto Bacó Bagué, pudiera salirse con la suya, auxiliaría al moribundo banco con una serie de movidas estratégicas, –él está preparando un estudio de la institución y promete estados financieros auditados para el 25 de diciembre– cuya meta es revitalizar el gravemente descapitalizado BGF.
Lo que anteriormente fue el agente fiscal de Puerto Rico encargado de manejar el financiamiento externo de las corporaciones e instrumentalidades públicas de la isla, ahora está “con un respirador artificial” gracias, en gran medida, a una cultura de financiamiento de déficits que ha prevalecido a través de varias administraciones.
La liquidez que se redujo de $5,000 millones en 1989 a $160 millones en 2016 tiene al banco con una camisa de fuerza –la ley que le confería autoridad fue cambiada para restringir aún más los préstamos y el banco ha sido despojado de su papel como agente fiscal– mientras los detractores siguen clamando por su liquidación.
A pesar de las horrorosas estadísticas y un coro de detractores en la administración de Alejandro García Padilla, Bacó –que se convirtió en presidente de la junta y presidente del BGF el 1 de agosto– sigue convencido de que el banco puede ser revitalizado con un plan que incluye un futuro que se inclina hacia el desarrollo económico y una participación significativa del sector privado, una gobernanza renovada y maneras “creativas” de capitalizar la atribulada institución.
“Se convirtió en un cajero automático para las obras que no podían obtener financiamiento en el sector privado. No corría con un plan concertado que tuviera métricas. Y no puedes correr una institución de esa manera”, dijo Bacó a Caribbean Business tras su primera reunión de junta que tuvo lugar la semana pasada.
“Lo primero que pedí fue la autorización para llevar a cabo un estudio y establecer un plan estratégico para trazar un mapa de la visión para el banco para poder responder por qué la institución es importante en esta economía. Y puedo expresar muchas razones por las que la institución es muy importante en esta economía en este momento.
Podría hacerlo en este momento, pero la forma correcta de hacerlo es ir a los ejecutivos, a la comunidad y trazar un plan que pueda medir las fortalezas, las debilidades y las oportunidades que existen”.
Bacó está convencido de que el banco es esencial para el desarrollo económico de Puerto Rico y confía que el estudio que está confeccionando, y que espera dar a conocer dentro de ocho semanas, le ayudará presentar su caso en una vista ante los miembros de la junta de control federal que deben ser seleccionados no más tarde del 15 de septiembre, según lo establecido en la Ley para la Supervisión, Gerencia y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa, por sus siglas en inglés).
Violación de las buenas prácticas bancarias
La iniciativa de resucitación es una tarea de proporciones milagrosas porque tiene que exponer su plan para revitalizar el BGF ante un público que está obligado a denunciar la violación de las buenas prácticas bancarias que cometió la institución. Su insolvencia es producto de largos años.
La mecha se encendió hace más de 10 años cuando la deuda a corto plazo aumentó para financiar las corporaciones públicas y los presupuestos desequilibrados del gobierno central, un término conocido como el financiamiento del déficit. Peor aún, no se comprometieron suficientes fuentes de ingresos para pagar la deuda.