Desde el año 1994 se estableció en la Constitución de la República Dominicana que para alcanzar la Presidencia se requiere la mitad más uno de los votos válidos emitidos, es decir, 50% más un voto. En caso de que ningún candidato alcance ese porcentaje, se procede a una segunda vuelta electoral entre los aspirantes que hayan logrado el primer y segundo lugar.
Para las elecciones del año 2024 ha surgido el debate sobre la cantidad de votos que requiere un candidato presidencial para lograr un triunfo en primera vuelta, asumiendo que la abstención histórica promedio en contiendas electorales para ese nivel de elección ronda el 30%. Esto indica que para las elecciones del 19 de mayo próximo se espera una participación de un 70% del electorado.
Asumiendo que el padrón electoral de este año es de 8,145,548 inscritos (7,281,763 en el país más 863,785 dominicanos residentes en el exterior) y que votaría el 70% de éstos, entonces la participación podría llegar a los 5,701,883 votos válidos emitidos. En ese caso, el 50% más uno voto serían 2,850,942.
La pregunta es: ¿tiene el candidato que está en primer lugar (el presidente Luis Abinader) la posibilidad de alcanzar esa cantidad de votos, tomando en cuenta que en las elecciones del 2020 logró 2,154,866?
En ese año la abstención fue de un 44.7%, debido al impacto de la pandemia del covid-19, algo que no se espera para las elecciones de este mes.
Danilo Medina
Recientemente, el expresidente de la República y titular del ahora opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina, proclamó que la segunda vuelta electoral está segura, debido a que no ve posibilidad de que Abinader logre la suma de al menos 600,000 votos adicionales a los que obtuvo cuatro años atrás (En realidad serían 696,077 los votos adicionales necesarios bajo las condiciones mencionadas).
Viendo los datos en frío se pudiera considerar que es difícil lograr ese crecimiento en tan poco tiempo. Sin embargo, hay varios elementos a considerar que pudieran darle esa posibilidad y hasta más al presidente candidato bajo las circunstancias actuales, en que la economía se mantiene estable, no hay amenazas de desestabilización y en las recientes elecciones municipales al oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) le fue muy bien.
El primer lugar, en las elecciones de 2020 Abinader era un candidato de la oposición, no como ahora, que es un presidente candidato, con el poder del Estado a su disposición, lo cual le da más posibilidad de crecimiento, dadas las “ventajas” que su condición le facilita.
En segundo lugar, cuando Abinader solo obtuvo 2,154,866 votos fue en unas elecciones que se realizaron en medio de una pandemia, es decir, con una abstención que, si bien limitó la cantidad de votos a los demás candidatos, como al entonces oficialista Gonzalo Castillo, también aplicó lo mismo para quien resultó ganador en primera vuelta con el 52.5%.
En otras palabras, de no haber sido por la pandemia, el propio Abinader, como los demás candidatos, también habría sacado más votos.
Precedente
Otro elemento a tomar en cuenta es que ya existe un precedente de un candidato que en cuatro años ha logrado alcanzar niveles porcentuales muy superiores, cuatro años después, en una reelección. Ese precedente lo sentó, precisamente, el propio expresidente Medina.
En las elecciones de 2012, como candidato de un PLD que en ese momento estaba en el poder y que contó con el apoyo total del Presidente de la República de entonces, su excompañero Leonel Fernández, Medina obtuvo 2,323,466 votos, con lo cual ganó las elecciones en primera vuelta con un 51.2%.
Nótese que en 2012 Medina obtuvo 168,600 votos más que los logrados por Abinader en 2020. El primero, sin embargo, ganó con 51.2% y el segundo con 52.5%. Esto así, porque en 2012 la abstención fue de solo 29.8% y en 2020 de un 43.7%.
Pero resulta que para las elecciones de 2016, cuando Medina, en el poder, buscó la reelección presidencial, obtuvo 2,847,438 votos, en un escenario en que la abstención fue de 30.4% y, con el padrón de entonces, esa votación le mereció un triunfo con un 61.7%.
Para alcanzar 50% más uno el 19 de mayo, Abinader solo necesitaría 3,505 votos más que Medina en esa ocasión.
Lo anterior indica que, con un padrón electoral de al menos 1,380,000 votos menos que el de este año, en 2016 Medina logró 523,972 votos adicionales a los que había obtenido cuatro años atrás, en 2012.
Al considerar un nivel de participación-abstención porcentual en 2024 similar al de 2016, y considerando que ahora el padrón de electores es un 20.4% mayor, entonces, no se ve tan difícil que el presidente candidato logre los casi 700,000 votos adicionales que requiere.
¿Segunda vuelta?
Aunque los datos estadísticos indican que no resulta tan difícil, como piensan algunos analistas, que un candidato en reelección desde el poder logre más de 2.8 millones de votos, la realidad es que todo va a depender de la voluntad y participación de los electores.
De un lado, si la abstención pasa del promedio tradicional de 30%, el candidato en primer lugar (Abinader) pudiera aumentar su porcentaje, lo cual le daría posibilidad de ganar en primera vuelta, aun obteniendo menos votos de los antes mencionados.
Pero también puede ocurrir lo contrario, que la participación electoral sea mayor del 70%, lo cual haría que el candidato en primer lugar necesite más de los 2.8 millones de votos para poder alcanzar el 50% y, al no lograrlo, quedaría en primer lugar, pero sin alcanzar la mitad más uno, lo que forzaría la segunda vuelta.
Asimismo, se puede dar el caso de que el presidente candidato supere la cantidad mínima necesaria y se alce con un puntaje superior al 60%, como lo alcanzó el expresidente Medina en las elecciones del año 2016 cuando se reeligió cómodamente. Los resultados se sabrán la noche del 19 de mayo.