La incertidumbre generada por la anunciada salida del Reino Unido de la UE y un frenazo mayor de lo previsto en EEUU son los principales responsables de un crecimiento global aún “apagado”, que puede empeorar si triunfan los llamamientos “populistas” al proteccionismo, ha advertido el FMI.
“Es de importancia vital defender las perspectivas de una mayor integración comercial. Dar marcha atrás al comercio solo puede profundizar y prolongar el actual estancamiento”, ha asegurado Maurice Obstfeld, economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la presentación del informe de cabecera del organismo “Perspectivas Económicas Globales”.
Obstfeld ha señalado que el documento subraya la “precaria naturaleza” de la recuperación, ocho años después de la crisis financiera mundial.
La institución financiera insiste así en su alarma sobre las recetas proteccionistas “populistas”, que se están escuchando en EEUU y Europa, y que -ha dicho- están alimentadas por la sombra de “un persistente estancamiento”.
El crecimiento económico del mundo se prevé que se sitúe en el 3.1% en 2016 y en el 3.4% en 2017, en ambos casos sin cambios respecto a julio, y frenado por la notable revisión a la baja de Estados Unidos y las consecuencias negativas del “brexit” para el Reino Unido.
A este lastre, contribuye especialmente Estados Unidos, la primera economía, que se prevé que crezca un 1.6% este año y un 2.2% el próximo, seis y tres décimas menos respectivamente que lo calculado hace tres meses.
Por su parte, el Reino Unido verá reducir su crecimiento paulatinamente a un 1.8% en 2016 y un 1.1% en 2017, tras el 2.2% registrado en 2015.
“La incertidumbre sobre el referéndum del ‘brexit’ hará mella en la confianza de los inversores”, ha apuntado Obstfeld, quien ha remarcado que se trata todavía de “una cuestión en marcha” ante las características de la nueva relación entre el Reino Unido y la UE.
Tampoco en la zona euro las perspectivas son muy optimistas, con un crecimiento que sigue contraído, y se prevé sea del 1.7% este año y del 1.5% el próximo, en ambos casos una décima más de lo previsto en julio, pero por debajo del 2% registrado en 2015.
Tras unos años de consecutivas desaceleraciones, las buenas noticias vuelven a proceder de las economías emergentes, que el Fondo espera que crezcan a un ritmo del 4.2% este año (se mantiene la previsión de julio) y del 4.6% el siguiente (una décima más).
De hecho, las dudas sobre China se han disipado algo e India parece consolidar su dinamismo de los últimos años.
Las perspectivas para el gigante asiático se mantienen sin cambios, en el marco de su proceso de transición hacia un modelo más basado en el consumo interno, aún con tasas saludables: un 6.6% estimado para este año y un 6.2% para el próximo.
La India ve de nuevo revisarse al alza las proyecciones hasta el 7.6 % en 2016 y 2015, en ambos casos dos décimas más.
Asimismo, Rusia, que lleva años en recesión, empieza a ver la luz al final del túnel con una contracción en 2016 cuatro décimas menor de la prevista en julio del 0.8 % en comparación con la del 1.2% anticipada entonces-, y la vuelta al crecimiento en 2017.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ampliado en dos décimas, hasta el 0.6%, la contracción económica prevista para Latinoamérica en 2016, según revela el informe “Perspectivas Económicas Globales” divulgado este martes por la institución.
El FMI espera que Brasil cierre el año con una caída del PIB del 3.3%, el mismo porcentaje adelantado en julio, pero rebaja el crecimiento esperado de otras economías del subcontinente, entre ellas la mexicana.
México, segunda economía latinoamericana, reducirá ligeramente su crecimiento al final de este año, con un avance del 2.1% de su producto interior bruto (PIB), por debajo del 2.5% de 2015.
La mayoría de economías latinoamericanas que basan su actividad en la exportación de materias primas sufren en sus balances por los bajos precios de sus recursos naturales, lo que se traduce en desaceleración.
El FMI espera que Colombia crezca este año un 2.2%, por debajo del 3.1% de 2015, mientras que Chile creará riqueza a un ritmo del 1.7%, por debajo del 2.3% del pasado ejercicio.
La caída de los precios de las materias primas también sumirá en datos negativos a Argentina y Ecuador, mientras que en Venezuela la profunda crisis económica empeorará.
Tras experimentar un retroceso del 6.2% en su PIB, Venezuela, inmersa en una grave crisis económica y política, cerrará 2016 con una caída de su economía del 10%, una inflación de casi el 500% y un desempleo cercano al 20%, pronostica el FMI.
Tan sólo Perú (donde la actividad minera ha aumentado) y Paraguay conseguirán una mejora económica en 2016 con respecto al año anterior, cerrando este ejercicio con una expansión en el entorno del 3.5%.
Argentina será otra de las economías que retrocederá, con una contracción del 1,8 % al cierre del año, frente al crecimiento del 2.5% del año pasado, pese a lo cual se espera un repunte del 2.7% del crecimiento en 2017.
Las economías centroamericanas, de bajos ingresos, crecerán en 2016 un 3.9%, ligeramente por debajo de los datos de 2015, aunque mantendrán en 2017 la cota de crecimiento del 4%, con la inflación contenida y mejoras del déficit.
Contracción en AL
El FMI ha vuelto a empeorar su pronóstico sobre la economía latinoamericana, al cifrar en el 0.6% la contracción prevista en 2016, por las fuertes caídas de Brasil, Venezuela o Argentina.
En su informe “Perspectivas Económicas Globales”, publicado hoy en Washington, el FMI espera que Brasil, la primera economía del subcontinente, cierre 2016 con un retroceso en su producto interior bruto (PIB) del 3,3 %, una mejora muy modesta después de contraerse en 2015 un 3.8%.
El FMI espera que Brasil, sumida en una crisis política, vuelva a generar riqueza en 2017, con una expansión del 0.5%, lo que contribuirá a que, en su conjunto, Latinoamérica crezca un 1.6%.
“La economía de Brasil sigue en recesión, pero la actividad parece cerca de repuntar, al tiempo que el impacto de los bajos precios de las materias primas, los ajustes de 2015 y la incertidumbre política se van diluyendo”, indica el FMI en su informe.
Para varias economías latinoamericanas, 2016 será un año negro, especialmente para Venezuela, inmersa en una profunda crisis, y que tras experimentar un retroceso del 6.2% el año pasado se espera que cierre 2016 con una caída del PIB del 10%.
El desplome de los precios del petróleo, los desequilibrios presupuestarios, la inflación y la falta de certidumbre política seguirán lastrando a Venezuela hasta, al menos, 2017, cuando la caída del PIB se moderará hasta el 4.5%, con una hiperinflación desbocada y un desempleo que superará el 20%.
“La caída de los precios del petróleo a mediados de 2014 ha exacerbado los desequilibrios macroeconómicos y las presiones en la balanza de pagos”, señala el informe del FMI, que abre esta semana la reunión de otoño de la institución y el Banco Mundial (BM).
Argentina será otra de las economías que retrocederá, con una contracción del 1.8% al cierre del año, frente al crecimiento del 2.5% del ejercicio pasado, pese a lo cual se espera un repunte del 2.7% del crecimiento en 2017.
Por primera vez, este año y con la llegada del nuevo Ejecutivo de Mauricio Macri el pasado diciembre, el FMI ha aceptado los estándares en los que se basan las cifras macroeconómicas que proporciona el Gobierno del país austral.
Ecuador es otro país que se sume en la recesión en 2016 a causa de los bajos precios del crudo, con una caída del 2.3% de su PIB y otro retroceso aún mayor del 2.7%- el siguiente año, frente a un 2015 en el que apenas creció tres décimas.
La mayoría de economías latinoamericanas que se basan en la exportación de materias primas sufren en sus balances por los bajos precios de sus recursos naturales, lo que se traduce en desaceleración.
El FMI espera que Colombia crezca este año un 2.2%, por debajo del 3.1% de 2015, mientras que Chile creará riqueza a un ritmo del 1.7%, por debajo del 2.3% de 2015.
Tan sólo Perú (donde la actividad minera ha aumentado) y Paraguay conseguirán una mejora económica en 2016 con respecto al año anterior, cerrando este ejercicio con una expansión en el entorno del 3.5%.
La segunda economía latinoamericana, México, reducirá ligeramente su crecimiento al final de este año, con un avance del 2.1% de su PIB, menor que el 2.5% de 2015.
El país norteamericano acelerará, según las estimaciones del FMI, hasta el 2.3% de crecimiento en 2017, con unas perspectivas de que su potencial de expansión se sitúe cerca del 3% a medio plazo, una vez las reformas estructurales se vayan asentando.
No obstante, en este nuevo informe el FMI ha actualizado a la baja las perspectivas de México con respecto a su actualización de julio en cuatro décimas para 2016 y en tres décimas para 2017, lo que muestra el impacto que siguen teniendo la inestabilidad social o la caída del valor del peso.
El Gobierno de Enrique Peña Nieto ha abordado unas reformas de sectores clave como las telecomunicaciones o el energético que tiene como objetivo mejorar la competitividad y abrir el país a la inversión.