[dropcap]C[/dropcap]on el sometimiento al Congreso Nacional del Presupuesto General del Estado 2017, se inicia un debate importante sobre las prioridades de políticas públicas y la intervención del Estado desde el punto de vista financiero a través de la captación de recursos de los contribuyentes y el gasto público.
Sin embargo, existe un debate que antecede la formulación y aprobación del presupuesto del año venidero: ¿cómo cerrarán las cuentas fiscales del presente año?
Con la reestimación de ingresos para el 2016 que presentaron las autoridades fiscales en el Presupuesto 2017, los recursos que captará el Estado serán de unos RD$15,000 millones menos de lo presupuestado originalmente. Esto es similar al año anterior, cuando los ingresos estuvieron por debajo de lo presupuestado en más de RD$17,000 millones, signo del desgaste de las leyes y regulaciones tributarias.
Mientras las autoridades fiscales reestiman los ingresos para el 2016, mantienen el gasto público fijo en la misma cantidad que se presupuestó originalmente. Sin embargo, el gasto del gobierno central será mayor en unos RD$51,000 millones, según nuestras estimaciones.
Como en años anteriores, la Dirección General de Presupuesto (Digepres) no registra la totalidad del gasto público y esto implica que se están violando principios contables básicos. De esta forma, en las estadísticas que publica Digepres aparecen los presupuestos ejecutados, supuestamente como se aprobaron originalmente, pero la realidad sólo sale a flote en las estadísticas fiscales que publica el Banco Central en los informes de la economía dominicana.
Se registren o no partidas de gasto público ejecutado, siempre será necesario que el gobierno busque financiar cualquier compromiso de erogación asumido; ya sea en el ejercicio en curso o más adelante.
En años recientes, Digepres incluye un partida “Disminución de Cuentas por Pagar” como parte de los requerimientos brutos de financiamiento en los presupuestos de cada año; esa partida representa gasto público que no se registra en el ejercicio fiscal en curso para financiarlo el año siguiente. En última instancia, los déficit fiscales reales se reflejan en los requerimientos de financiamiento del gobierno central.
Para el 2016, entonces, el gobierno central estaría necesitando financiar los RD$51,000 millones que indicamos anteriormente. La pregunta es: ¿cómo se financiará ese monto? La respuesta está en el Fideicomiso RD Vial y el Presupuesto 2017 bajo la partida de “Disminución de Cuentas por Pagar”.
Fideicomiso RD Vial
Recientemente, el Fideicomiso RD Vial anunció que estaría emitiendo títulos de deuda por unos RD$25,000 millones para el desarrollo de carreteras. Sin embargo, este monto estaría financiando un gasto público que ya se ha ejecutado en obras de infraestructura durante el actual ejercicio fiscal.
Precisamente, es en el gasto de capital donde se presenta la mayor diferencia en la ejecución presupuestaria para este 2016 con respecto al presupuesto original.
Según nuestras estimaciones, el gasto de capital será de unos RD$31,000 millones por encima de lo presupuestado originalmente, sin contabilizar el gasto público por el huracán Matthew. Aunque se haga bajo un vehículo financiero supuestamente separado del gobierno central, no es un secreto que el Banreservas ha sido un vehículo para financiar el gobierno central. Tampoco es un secreto que los ingresos del Fideicomiso RD Vial dependen de decisiones políticas, dado que los peajes se establecen desde el gobierno central.
Actualmente, las autoridades buscan que ciertos participantes del sistema financiero asuman la deuda que emitiría el Fideicomiso RD Vial sin un planteamiento claro y completo de la viabilidad financiera del propio vehículo financiero. Aunque la clasificadora Feller le otorgó AA- el Fideicomiso RD Vial está altamente endeudado y sus flujos futuros no parecen hacer viable su deuda actual, aún con el aumento reciente de los peajes.
Tampoco está claro si los RD$25,000 millones refinanciarían los US$19,800 millones que tiene RD Vial en sus pasivos o si registrarán nuevos pasivos por la totalidad; en ese caso la viabilidad financiera se hace más cuestionable. Aún se utilice para refinanciar los pasivos existentes, esto sólo facilitaría liquidez a Banreservas para proveer nuevo financiamiento al gobierno central por la precariedad de las finanzas públicas.
Disminución de Cuentas por Pagar
Para financiar la otra parte del gasto público que se ejecutó este año y no se registra en las cuentas fiscales de Digepres, las autoridades incluyeron una partida de RD$26,635.6 millones en “Disminución de Cuentas por Pagar” en el Presupuesto 2017. Como sostuvimos, ya es una práctica común que se incluyan montos importantes en esta línea como parte de los requerimientos bruto de financiamiento del gobierno central.
Cuando Digepres no registra partidas de gasto público para incorporarla en Disminución de Cuentas por Pagar en los presupuestos del año siguiente está tapando el sol con un dedo y haciendo creer a todos, incluyendo el Presidente de la República, que los presupuestos se ejecutan como se formulan y aprueban en el Congreso Nacional. Nada más lejos de la realidad. Los montos que aparecen en la tabla dan una idea de la magnitud del asunto y de los desbalances entre los ingresos y gastos del gobierno dominicano.
Conclusión
En reiteradas ocasiones hemos llamado la atención de la necesidad que las autoridades fiscales se aboquen al saneamiento de las finanzas públicas y asumir con voluntad política reglas fiscales en el marco de una ley de responsabilidad fiscal, como indica el Artículo 36 de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo.
Durante los últimos años se han tenido que asumir prácticas no convencionales y costosas para terminar de financiar el presupuesto del gobierno central. El problema es que los trucos en finanzas terminan y no bien; no importa que sea un individuo, una empresa o un Estado.
El requerimiento bruto de financiamiento del gobierno central para este 2016 lo ciframos en unos US$5,000 millones a inicios de año, muy por encima de lo establecido por Digepres.
En República Dominicana debemos entender que existen restricciones presupuestarias que deben respetarse para retomar y mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas. Los distintos gobiernos deben abandonar la práctica de que, año tras año, el gasto público sea mayor de lo que apropia el Congreso Nacional. Las autoridades harían mejor si buscan:
1. Transparentar el gasto público;
2. Equilibrar las finanzas públicas;
3.Hacer emisión de deuda transparentemente, cuando sea necesario, en subastas competitivas en los mercados local e internacional; y,
4. Asumir un compromiso férreo con reglas fiscales que garanticen un futuro con mayor certidumbre.
Como hemos señalado en otros trabajos, complementar estos esfuerzos con reformas estructurales en los ámbitos institucional, político y económico sería clave para crear las condiciones de generación de empleo y riquezas en el país. Esperamos que esta nueva agenda de desarrollo se asuma lo antes posible por el bien de todos los dominicanos.