[dropcap]U[/dropcap]na fuente de ingreso adicional para la financiación del presupuesto estatal es la privatización total o parcial de empresas gubernamentales.
Hay muchos gobiernos, tanto de países industrializados como en vía de desarrollo, que han llevado a cabo procesos de privatización de empresas para generar recursos a las arcas públicas y, al mismo tiempo, ceder activos productivos a tecnócratas capacitados.
Recientemente el gobierno anunció de forma pública su intención de ampliar capital a través de emisiones de renta variable de Punta Catalina a inversionistas del sector privado.
Esto último podría marcar un precedente positivo, tanto para el gobierno, como para la comercialización de nuevos instrumentos de inversión en el mercado financiero de República Dominicana.
Punta Catalina tiene potencial para generar empleo, producir fuentes alternativas de energía, proveer recursos necesarios al gobierno para invertir en los sectores productivos del país y, por supuesto, de marcar el inicio del mercado de acciones en República Dominicana.
Esto último suena fantástico, pero solo funcionará si todo el proceso de privatización de Punta Catalina se realiza con profesionalidad y transparencia. Algunas empresas latinoamericanas que han sido privatizadas mediante diferentes mecanismos son RCN Televisión (Colombia) y Telefe en Argentina.
Luego de que Punta Catalina haya cumplido con los requisitos, los inversionistas deben analizar (con asesoría profesional) algunos ratios fundamentales antes de invertir, tales como el precio valor (comparación de precio del mercado de la empresa vs su valor contable) y el ratio precio-beneficio (PER, siglas en inglés).
En fin, también resulta clave analizar los estados financieros auditados, proyecciones de ingresos, calificación de riesgo, análisis técnico y deben realizar un análisis exhaustivo.