No podía ser tan fácil. Cuando solo faltan 11 días para las elecciones en EE.UU., todo parecía bien atado. La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, encabezaba las encuestas y Wall Street, poco amigo de los experimentos, respiraba tranquilo.
Pero no podía ser tan fácil, señalan los analistas ligados a Wall Street.
Y eso que el día amaneció plácido en el parqué neoyorquino. Con ganancias consolidadas desde la apertura y hasta la media sesión. Pero hacia las 13.00 hora local (17.00 GMT) cambió todo.
El director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, anunció la reapertura de pesquisas sobre el servidor de correo electrónico de la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, y los mercados cayeron.
Los tres índices de Wall Street se tiñeron de rojo y el índice de volatilidad del mercado, conocido como Vix, subió hasta niveles no vistos en más de un mes, al tiempo que también sufría un impacto especial el precio del barril de petróleo de Texas.
“La mayoría de la gente ha estado anticipando una victoria de Clinton, y de repente las aguas se han vuelto a enlodar”, afirmó al sitio financiero MarketWatch el analista de la firma Financial Services Wayne Kaufman.
“Los mercados odian la incertidumbre más que otra cosa”, añadió.
Art Hogan, jefe de estrategia de mercados de Wunderlich Securities, explicó en el canal financiero CNBC que “ni siquiera los viejos del lugar no habían visto nunca una caída tan rápida del Dow”.
La investigación se refiere a los correos privados de Clinton mientras era secretaria de Estado (2009-2013).
Según informa The New York Times, los correos proceden de dispositivos incautados a una ayudante suya y su exesposo, Anthony Weiner, envuelto en un escándalo de “sexting”.
Paradójico que ese escándalo sexual se vuelva nuevamente contra Clinton y dé alas al hombre con más medallas por esa ofensa, el candidato republicano Donald Trump, que parecía herido de muerte a estas alturas de la campaña. Pero no.