[dropcap]C[/dropcap]uando hablamos de inversiones es importante entender algunas de las diferencias clave entre distintos tipos de estrategias. Dos de las estrategias más comúnmente usadas por todo tipo de perfiles de inversionistas son las de crecimiento y generación de ingresos.
Cada estrategia de inversión tiene sus ventajas y, por supuesto, que existen objetivos específicos a la hora de elegir una u otra.
Tal cual indica su nombre, la estrategia de generación de ingresos se caracteriza en crear un flujo de efectivo recurrente. La idea con este tipo de estrategia de inversión es elegir activos que generen ingresos fijos, a diferencia de crecer su patrimonio a través de ganancias de capital.
Algunos ejemplos de instrumentos de inversión que generan ingresos periódicos son acciones que paguen dividendos, bonos, certificados de depósitos y algunos fondos de inversión. Muchos inversionistas visualizan la estrategia de inversión de generación de flujos de efectivo como ingresos pasivos.
Se puede perfectamente construir un portafolio con un monto de inversión bajo y usar el método “Dollar cost averaging” para ver resultados en un plazo razonable. En fin, el objetivo de esta estrategia es crear un flujo de caja recurrente que sea suficiente para poder vivir de acuerdo a estos ingresos.
La estrategia de inversión de crecimiento está diseñada para construir un portafolio donde los activos se revaloricen con el tiempo y en este caso no se buscan instrumentos de inversión que generen flujos de efectivo.
El objetivo de este tipo de estrategia es generar un crecimiento de capital y poder usarlo de cara al futuro.
La estrategia de crecimiento es recomendada para inversionistas profesionales con poca aversión al riesgo (ejemplo: commodities, divisas y renta variable).