[dropcap]L[/dropcap]as buenas y malas noticias en el sector laboral que presentaremos en esta columna no se relacionan con el reciente aumento de los salarios mínimos del sector privado no sectorizado fraccionado en 13% para mayo y 7% para noviembre.
En este caso nos vamos a referir a los resultados parcialmente positivos que presenta el más reciente informe estadístico de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), correspondiente al primer trimestre de este año.
La buena noticia es que, de acuerdo con ese informe, al 31 de marzo de este año en el país se registran 1 millón 963,219 trabajadores formales activos, lo que implica la creación de 99,284 nuevos empleos en tan solo tres meses, es decir, desde el 31 de diciembre de 2016 cuando había 1 millón 863,935 empleados formales.
No hay dudas de que es muy positivo el hecho de que en tan solo tres meses se hayan registrado casi 100,000 nuevos trabajadores para cotizar a la seguridad social y beneficiarse de los seguros de salud y los planes de pensión vigentes.
Hacemos referencia a que es una noticia parcialmente positiva, porque resulta que el 61.6% de esos 99,284 nuevos empleos del primer trimestre de este año se creó en instituciones centralizadas y descentralizadas del Estado. Eso indica que apenas 38,125 de esos empleos (38.4%) fueron creados por el sector privado.
Pero de la parte negativa también se pueden sacar elementos positivos. Por ejemplo, la situación que acabamos de describir corresponde al primer trimestre de este año, y resulta que es menos mala que la de igual período de 2016.
En efecto, durante el primer trimestre de 2016 la TSS reporta el ingreso de 60,874 nuevos trabajadores al sistema de seguridad social. Eso indica que para el primer trimestre de este año hubo un crecimiento de 63%.
Además, la relación empleos públicos-privados fue más crítica en enero-marzo de 2016 pues el 74.7% (45,474) de las nuevas plazas creadas en el período eran en entidades del Estado y las empresas privadas apenas aportaron el 25.3% (15,400) de los nuevos empleos.
La parte positiva es que en el primer trimestre de este año el aporte de empleos del sector privado fue más que el doble de los que aportó en enero-marzo de 2016, por lo que su proporción de nuevos puestos ganó algo de espacio en comparación con los que genera el Estado.
Otro aspecto que pudiera ser positivo o negativo con base en la interpretación que se le dé es el de los miles de empleos que ha creado el Estado. Si se observa desde el punto de vista de nuevos empleos, entonces se puede interpretar que el Estado está abultando cada vez más su nómina, con gente que tal vez no trabaja, al agregar 61,159 “servidores públicos” en tan solo tres meses, lo cual sin dudas resulta negativo.
Sin embargo, puede ser que esos nuevos “servidores públicos” ya estaban en la nómina estatal centralizada y descentralizada, pero que no cotizaban a la seguridad social y ahora lo están haciendo, lo cual se puede interpretar como un esfuerzo del sector público por formalizar a sus trabajadores y dar cumplimiento a la Ley 87-01 de Seguridad Social. Eso sería positivo.
Como se puede observar, las estadísticas laborales de la TSS muestran resultados con aspectos negativos y positivos, de acuerdo al tipo de interpretación.
En cualquier caso, no deja de ser interesante el hecho de que en tan solo tres meses de este 2017 el sector privado haya generado 38,125 nuevos empleos, un 147.7% más que en igual período del año pasado. Lo mismo puede decirse del sector público, que agregó 61,159 nuevos empleos formales en enero-marzo de este año, que supera en 34.5% los nuevos puestos agregados al Estado en igual período de 2016.
De ahí que al 31 de marzo la TSS registre 1,963,219 empleos formales privados y públicos.