[dropcap]L[/dropcap]os mercados de estados Unidos enfrentan un contexto local e internacional adverso, con cierto grado de incertidumbre. Esto último, se debe a la nueva agenda del presidente norteamericano, algunos tratados de libre comercio importantes podrían ser renegociados, y el precio del petróleo sigue inestable, entre otros.
Los norteamericanos no tienen claro si las nuevas políticas monetarias y fiscales serán implementadas tal cual están planificadas, por lo que muchos inversionistas mantienen posiciones conservadoras en su portafolio, tales como oro y bonos del tesoro de Estados Unidos.
El Gobierno de EEUU intenta reactivar la economía a través de bajadas de impuestos y desregulación en distintas industrias, aunque la pregunta que muchas personas se hacen, es si todas estas propuestas tendrán el visto bueno de los poderes judicial y legislativo.
La volatilidad se ha apoderado del dólar en los últimos meses, debido a la propia incertidumbre política que atraviesa EEUU y a políticas fiscales y monetarias contradictorias.
El reciente viaje del presidente Donald Trump al Medio Oriente y Europa no necesariamente apaciguó algunas de las diferencias entre la agenda económica americana y la europea.
De hecho, Angela Merkel dejó muy claro en uno de sus discursos que Europa ya “no podía depender de ninguna otra nación” y que la Eurozona debe tomar las riendas de cualquier situación que se presente de cara al futuro.
El presidente Trump, en principio, logró negociaciones billonarias entre empresas americanas y algunas corporaciones del Medio Oriente, sobre todo en los sectores de energía, defensa y seguridad.
Los mercados bursátiles americanos apuestan a que las reformas de la actual administración Republicana seguirán adelante, al margen de las investigaciones sobre el caso Ruso y de la agenda política de Donald Trump.