La titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan, dijo este jueves que la globalización ha ayudado a esta región y que el proteccionismo y el aislamiento dañarán a los países en desarrollo.
Grynspan, que participó en el Foro Económico Internacional de las Américas que se celebra en Montreal (Canadá), afirmó en una entrevista con Efe que “la globalización ha tenido elementos de cambio muy positivos para los países en desarrollo”.
“Porque fue la expansión enorme del comercio durante los últimos años lo que permitió que mucha gente saliera de la pobreza, que se expandiera el acceso a la educación, que bajará la mortalidad infantil y materna”, explicó.
Grynspan añadió que “también es cierto que la globalización no ha beneficiados a todos por igual. Y no podemos cerrar los ojos a una realidad, que sigue siendo lacerante para millones de personas en el mundo”.
Sin mencionar a Estados Unidos o al presidente estadounidense, Donald Trump, la secretaria general de la Segib dejó claro que los países iberoamericanos no pueden seguir los pasos del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que defiende postulados proteccionistas.
“Pero la respuesta para ese reto no es cerrar las economías, no es el aislamiento y el proteccionismo porque eso va a afectar mucho más a los países en desarrollo”, continuó.
“Tenemos -indicó- que buscar las causas reales del por qué no hemos podido incorporar todavía a esos contingentes de población que no se han beneficiado de la corriente principal del desarrollo y principalmente todo el tema de las mujeres y jóvenes”
“Nosotros sí creemos en un mundo multilateral y una arquitectura global de gobernanza. Vulnerar eso más bien afectaría mucho más las perspectivas de estos países”, terminó señalando.
Sobre la situación en Iberoamérica, Grynspan destacó que, aunque la violencia y la inseguridad ciudadana sigue siendo un grave problema, la región ha realizado “avances irreversibles, espero, en el tema de la paz”.
“En Iberoamérica, en toda Iberoamérica, no hay ningún país involucrado en un conflicto armado”, afirmó, al agregar que el otro gran reto para la región es la reforma institucional.
A su juicio, “estamos en una encrucijada. Gracias a todos los avances de los últimos años, se creó una clase media que es una ciudadanía más activa, más demandante, menos tolerante con la corrupción, la desigualdad y las deficiencias de las instituciones públicas”.
“La reforma institucional se ha quedado rezagada con respecto a las nuevas demandas de la sociedad y la economía. Esto pasa muchas veces en el desarrollo”, explicó.
“Ahora, la gran pregunta es si las instituciones van a ser capaces de dar el salto cualitativo necesario para presentar un sistema político y una institucionalidad pública más transparente, que rinda cuentas y mucho más eficaz a las respuestas a la ciudadanía. Y esa pregunta está abierta”, declaró.