[dropcap]L[/dropcap]os valores familiares influyen en cada aspecto de la vida y las empresas no escapan a este factor. Casi el 90% de las compañías familiares considera que sus valores se reflejan a nivel corporativo e influyen en diferentes aspectos de su gestión, según el estudio “Los valores y la comunicación en la empresa familiar”, elaborado por la Cátedra de Empresa Familiar del IESE y Atrevia, y presentado en el país por su presidenta, Núria Vilanova.
El estudio, que consulta a directivos y miembros de empresas familiares de Latinoamérica, Portugal y España, explica que uno de los desafíos más grandes es la correcta transmisión de estos valores que se presentan a través de las diferencias generacionales, la dispersión geográfica de la familia, el crecimiento de las empresas y el tiempo. “Aquí es donde la comunicación se presenta como una herramienta clave para que los miembros de la empresa familiar interioricen estos valores corporativos”, señala Volanova.
Casi el 80% de los empresarios encuestados considera que la existencia de mecanismos de comunicación formal favorece el compromiso de la familia con la empresa, fortalece la evolución y el crecimiento ayuda a transmitir los valores familiares, contribuye a la continuidad de la compañía y mejora la calidad de las relaciones familiares.
Uno de los grandes problemas que afecta a las empresas familiares, sobre todo después de la tercera generación, es el relevo. “En el tema de la transición es muy importante asegurar que no se pierden los valores, la visión de la compañía y el cuidado tanto de la familia como de la compañía”.
Protocolo
Vilanova señala que en estos casos siempre funciona mejor estar preparados y resalta la importancia de la coherencia en una empresa. En el 60% de los casos la incorporación de familiares al negocio está establecida mediante un protocolo formalizado.
¿Pero qué hacer cuando la siguiente generación no quiere continuar con el legado familiar? La especialista explica que “no es malo que alguien dentro de la familia empresaria quiera vender, lo importante es que los que continúan en el proyecto empresarial y lo sienta como suyo, estén dispuestos apoyar el proyecto”. Sin embargo, destaca que “si nadie quiere estar en el proyecto llegamos tarde, por no trabajar la comunicación antes, precisamente la comunicación sirve para no llegar al problema”, agregó.
Mientras, el presidente de la AIRD, Campos de Moya resaltó que en el país hay un alto porcentaje (80%) de empresas que son grupos familiares y que lo ideal es que cuando una empresa está pasando a una segunda generación y todavía está vivo el fundador, se utilice la fuerza que tiene el que la creo para formar un gobierno corporativo que permita que la nueva generación tenga reglas claras del juego.
De su lado, el director general de Industrias Aguayo de Construcción, Jorge Aguayo, explicó que en la actualidad su empresa está en la tercera generación y que la transición generacional de su abuelo a su padre resultó “algo forzada”.
“Mi abuelo falleció cuando mi padre tenía 19 años, y él tuvo que hacerse cargo de manera forzosa, pero de mi papá a nuestra generación fue una transición planificada y paulatina. Él nos estuvo acompañando durante varios años antes de retirarse por completo y aún se mantiene como un acceso que podemos consultar cuando tenemos dudas”.
Valores familiares
Con relación a la importancia de los valores, Aguayo señaló que “la empresa refleja mucho los valores que nosotros como familia tenemos y que hemos heredado desde la época de nuestro abuelo”.
Mientras, el vicepresidente ejecutivo de la Colchonería Nacional, Juan José Attía, explicó que en su caso todavía está involucrado el fundador, hay una parte de la segunda generación y otra de la tercera.
Destaca que uno de los aspectos fundamentales que les ayuda a mantenerse coherentes y relevantes transgeneracionalmente, es elaborar un protocolo familiar estructurado, en el cual los temas se extraen un poco del plano familiar y se llevan a un plano más profesional y así evitar mezclar los asuntos de negocios con los familiares.
Ana Angélica Moreno, de Bon, señaló que “nosotros tuvimos la suerte de tener un fundador que creía en la familia, que nos dio la oportunidad de crecer y cometer errores, donde los valores estaban claros”. Resaltó que uno de los valores más grandes inculcados en su familia fue el compromiso con el país y el medio ambiente.
El presidente del consorcio Remix, Alfredo Delfino, destacó que “mi regla ha sido establecer siempre en el aspecto económico que si yo te facilito algo hoy, el otro lo tiene como objeto a futuro cuando lo necesite, porque no todos tienen la misma necesidad al mismo tiempo. Lo otro es sentarnos a ver muy bien cada quien lo que hace y cuáles son sus funciones y no solapar las funciones de uno con otros”.
Importancia de la comunicación
“En las empresas familiares es importante trabajar la comunicación para que todos los miembros de la familia se sientan parte del proyecto empresarial, tenemos que dedicar tiempo y recursos a aquello que consideramos importante”.
Núria Vilanova destacó que cuando las familias crecen en ocasiones algunos miembros ya no trabajan en la compañía y conocen menos de la empresa que un cliente o un empleado, lo que produce una desconexiones que hace que sea más difícil superar los problemas, pero mientras hay relaciones emocionales fuertes, es mucho más fácil superarlos”.
Representantes de generaciones empresariales
El encuentro realizado en las instalaciones de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD) contó con la participación de líderes familiares empresariales del país, los cuales resaltaron la importancia de la comunicación familiar dentro de su empresa y cómo los valores inculcados generación tras generación han constituido un pilar fundamental para el buen manejo de la empresa.
Jorge Aguayo: La relación entre su hermano y él es armoniosa, de colaboración, con espíritu de consulta y comunicación.
José Attía: “Si hay un divorcio entre los valores que representa la familia y los que el fundador inculcó, repercutirá negativamente”.
Ana A. Moreno: “Una de las cosas más lindas fue que al delegar la parte operativa, ya éramos más un comité de innovación”.
Alfredo Delfino: “Trabajar con mis hijas me ha sido fácil, una es ingeniera y la otra financiera, cada una maneja un área específica”.
Campos de Moya: “Las empresas tienen diferentes carácter porque las personalidad de las empresas se las da quien la dirige”.