Esteban Delgado
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A ver si entendemos el informe de ejecución presupuestaria correspondiente al año 2013 que la Cámara de Cuentas elaboró con base en los datos del Sistema de Gestión Financiera del Ministerio de Hacienda (Sigef).
En principio el documento dice que el déficit fiscal del año pasado fue de 2.77% del producto interno bruto (PIB), equivalente a RD$70,030 millones; es decir, 0.3% por debajo del 2.8% que se había estimado originalmente.
Hasta ahí se podría decir que el resultado fiscal fue maravilloso, porque el déficit se mantuvo dentro de lo estimado, incluso una“guinga”más abajo.
Pero cuando uno observa los números de manera más detallada se encuentra con situaciones preocupantes, no sólo en cuanto al elevado nivel de gastos, sino también sobre la exagerada carrera de endeudamiento que lleva el Estado.
Vemos algunos detalles:
El presupuesto de 2013 se estimó en RD$530,846.3 millones, pero en realidad se ejecutaron RD$545,107.4 millones, es decir, nos pasamos con RD$23,216.1 millones.
Para el presupuesto de 2013 se estimaron ingresos tributarios por RD$384,425.3 millones, pero en realidad se recaudaron RD$363,711.5 millones, lo que indica que quedamos cortos en RD$20,713.8 millones.
Ya estamos hablando de un desfase de RD$43,974.9 millones. Todo esto fuera de la estimación inicial del déficit fiscal programado.
Pero además, en el presupuesto original de 2013 se estimaron aplicaciones financieras, es decir, contratación de deuda para completar el monto total de gastos, por un monto de RD$146,421.1 millones. En tanto que para pago de deudas se estimaron RD$76,119.1 millones. La diferencia entre esos dos montos es lo que te da como resultado un déficit estimado de RD$70,302 millones, que finalmente, según el informe, terminó en RD$70,030 millones.
Pero ocurre que en lugar de contratar nuevas deudas por RD$146,421.1 millones, como se estimó originalmente en el presupuesto de 2013, el Gobierno aumentó la deuda pública en RD$215,228 millones, es decir, que se pasó con más de RD$69,000 millones, adicionales a lo que se programó originalmente.
Todo esto nos lleva a preguntarnos cómo es que el déficit fiscal finalmente terminó en apenas RD$70,030 millones, cuando al observar los números vemos que los ingresos quedaron por debajo de lo estimado (-20,713.8 millones), que los gastos se dispararon sobre lo programado (23,261.1 millones), que la contratación de deuda superó lo originalmente programado (pasó de 774,448 millones a 989,676.4 millones para un aumento de 215,228.4 millones en lugar de los 146,421.1 programados originalmente).
Lo anterior llama a reflexionar porque los medios de comunicación se han limitado a presentar el contenido del informe de ejecución presupuestaria, mientras en el Congreso se recibe y aprueba sin ningún cuestionamiento ni estudio.
Todo eso sin tomar en cuenta que la deuda pública, de acuerdo con ese mismo documento cerró en 2013 en el alarmante nivel de 39.3% del PIB; pero lo que es peor, el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su reciente informe tras el monitoreo regular que hizo en el país en febrero pasado, reveló que ya el nivel de endeudamiento público de República Dominicana está en 45% del PIB.
Admiramos la disciplina fiscal y el esfuerzo del Gobierno del presidente Danilo Medina por mejorar la calidad del gasto público, pero a la vez le preguntamos: ¿Seguiremos incrementando nuestro endeudamiento al mismo ritmo del año pasado? De ser así, la deuda pública se duplicaría en cuatro años. Ojalá que no. // @estebandelgadoq