El Grupo del Banco Mundial entregó un monto casi sin precedentes de US$9,445 millones en financiamiento para energía en el ejercicio de 2014. De dicha cifra, más de dos tercios fueron destinados a África al sur del Sahara y Asia meridional, las regiones que enfrentan los mayores déficits energéticos. También fue un año muy sólido en cuanto al financiamiento para energía renovable, ya que el Grupo del Banco realizó inversiones por un total de US$3,600 millones.
“Si queremos acabar con la pobreza extrema, debemos hacer frente a la pobreza vinculada a la energía”, dijo Anita Marangoly George, directora superior de Prácticas Mundiales de Energía e Industrias Extractivas del Grupo del Banco Mundial. “Con 1200 millones de personas que aún viven sin electricidad en toda África al sur del Sahara y Asia meridional, queda claro dónde se centrará nuestro trabajo en el futuro inmediato. Nuestra prioridad es encontrar las soluciones energéticas más limpias para satisfacer las necesidades locales usando las formas más inteligentes posibles”.
George agregó que el financiamiento para energía del Grupo del Banco para los países de ingreso bajo —o de la Asociación Internacional de Fomento (AIF)—, por un monto de US$4620 millones en el ejercicio de 2014 fue (en términos absolutos) histórico y es el doble del nivel más alto que el Grupo del Banco ha proporcionado anteriormente a dichas naciones. Las donaciones y créditos otorgados a través de la AIF superaron el total de préstamos destinado a energía para los países de ingreso mediano, llegando a US$2167 millones por segundo año consecutivo.
El aumento del financiamiento para energía renovable del Grupo del Banco refleja la creciente demanda, especialmente de los países de la AIF. Gran parte del incremento de los préstamos para energía renovable del ejercicio de 2013 se debió a la aprobación de una serie de proyectos de energía hidroeléctrica a gran escala, pero también representa la fuerte y constante inversión en energía solar, eólica y geotérmica, especialmente de la Corporación Financiera Internacional (IFC), la institución del Grupo del Banco Mundial que se dirige al sector privado. Los préstamos de IFC para energía renovable y eficiencia energética pasaron de US$1000 millones en 2013 a más de US$1400 millones en 2014; un récord de 25 % fue destinado a energía eólica.
Una proporción considerable del financiamiento para energía renovable del Grupo del Banco Mundial se destinó también a la formulación de políticas y el establecimiento de instituciones que necesitan los países para gestionar un suministro eléctrico sostenible, así como a los sistemas inteligentes de transmisión y distribución que conectan a las personas y las industrias.
Un aspecto clave del financiamiento para energía del Grupo del Banco Mundial es que atrae otras fuentes de recursos. El Banco Mundial movilizó una cifra sin precedentes de financiamiento de más de US$1000 millones del sector privado a través de garantías que ayudan a mitigar el riesgo para los potenciales inversores. IFC y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) movilizaron cada uno otros US$1000 millones de fuentes de terceros para complementar sus propias inversiones.
“Este año hemos visto un punto crítico para la competitividad de las energías renovables como un elemento comercialmente viable de la combinación de fuentes de energía, sobre todo en lugares como Chile, donde financiamos la planta solar más grande de América Latina, y en Jordania, donde financiamos el primer proyecto eólico a gran escala del país”, dijo Bernard Sheahan, director mundial de Infraestructura y Recursos Naturales de IFC.
Por cuarto año consecutivo, no hubo préstamos para iniciativas nuevas de generación de energía que utilizan el carbón como combustible. Y los proyectos de generación de energía a partir de petróleo constituyeron una fracción muy pequeña del financiamiento total (1,7 %), concentrados en África al sur del Sahara para satisfacer las graves y urgentes necesidades energéticas donde no hay otra solución inmediata disponible.