República Dominicana cuenta con una economía en franco crecimiento. A octubre, según datos del Banco Central, el producto interno bruto (PIB) acumulado era de US$73,770 millones. Estas cifras lo único que hacen es confirmar que este mercado es líder en la región del Caribe y que compite estrechamente con otros países de América Latina.
La infraestructura de puertos es vital para que una economía se desarrolle. El comercio de entrada y salida dinamiza los mercados. En la medida que República Dominicana avance en la producción nacional, con el fin de generar más divisas y empleos, será necesario contar con puertos con mayor capacidad.
El Puerto Multimodal Caucedo, en Andrés, Boca Chica, se ha adelantado a la futura demanda que habrá de tener el país, tanto para la entrada como salida de mercancías. La multinacional DP World ha previsto, por supuesto, toda la carga de tránsito que estará en territorio dominicano. El 90% del comercio mundial se mueve por los puertos y sólo el 10% a través de aeropuertos. Esta es una realidad que conocen muy bien los ejecutivos de esta empresa.
El mundo reconoce que los puertos han sido históricamente la principal puerta de entrada y salida del comercio mundial y que los acontecimientos económicos más transcendentales de la humanidad han estado ligados a una terminal marítima. Ningún país, por más desarrollado que sea, está en capacidad de producir todo lo que sus habitantes demandan.
El puerto es reconocido por su capacidad de movimiento de carga, su calado con una profundidad que supera los 15 metros y su constante proceso de expansión para mantenerse acorde a las exigencias del mercado.
En el caso del país, partiendo de la importancia o ponderación que tiene el comercio marítimo en el mundo, este puerto tiene una ubicación estratégica. Alrededor del 93% de los productos que demanda el mercado interno ingresa por el Multimodal Caucedo, el cual mueve poco más del 60% de la carga por contenedores.
Las autoridades dominicanas, ante lo indefectible, están en la obligación de adoptar todas las medidas pertinentes para garantizar que inversiones sanas, como las de DP World, llegan a generar valor agregado al país. Economía que pretende crecer en promedio un 5% anual necesita de infraestructura portuaria con capacidad para operar con los estándares más exigentes.
Ha de esperarse que la Autoridad Portuaria Dominicana (Apordom), como la institución del Estado encargada de administrar los puertos estatales y de servir de conexión con el sector privado que invierte en estas infraestructuras, juegue un papel por todo lo alto. El país no puede darse el lujo de perder competitividad y seguir en los peores lugares en materia de facilitación de comercio.
En este esquema también entra el Consejo Nacional de Competitividad, entidad que ahora tiene un nuevo aire con el impulso que la ha dado el Poder Ejecutivo. Si todos, sectores público y privado, empujan hacia una misma dirección es posible alcanzar la meta de ser un país competitivo en todos los órdenes. Apostar por un futuro mejor es un imperativo para todos.
DP Word se ha convertido en un referente de conexión marítima en la región del Caribe, lo que coloca a República Dominicana en una ruta más cómoda para alcanzar sus metas de desarrollo. La apuesta por la competitividad que ha hecho esta empresa debería ser un punto a tomar en cuenta por todos los dominicanos.