Durante el quinquenio 2010-2015, el 23.3% de los nacimientos registrados en República Dominicana envolvían a madres adolescentes, por encima de la media de América Latina y el Caribe (16.6%) y del África Subsahariana (15.4%), según un informe difundido este mes de diciembre por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“El nivel de la tasa específica de fecundidad para las adolescentes se encuentra muy por encima de la registrada por el promedio de los países con desarrollo humano alto, homólogos del país”, apunta el estudio “El embarazo en adolescentes: un desafío multidimensional para generar oportunidades en el ciclo de vida”.
El PNUD recuerda que “existe un vínculo entre la pobreza y el embarazo adolescente” y que “los resultados de las entrevistas cualitativas muestran las dificultades que experimentan las y los jóvenes en entornos de pobreza para acumular logros en materia de desarrollo humano”.
También, que sumar a un infante de entre 0-5 años de edad a un hogar pobre en República Dominicana reduce su posibilidad de salida de la pobreza en 5.9 puntos.
La proliferación de los embarazos en adolescentes de República Dominicana es un viejo problema al que se refieren con frecuencia diversas instituciones, como Profamilia. Aunque la solución implica diversas acciones, podemos empezar por los padres orientando mejor a sus hijos sobre el compromiso social y económico que implican la maternidad y la paternidad.