Recientemente ha salido a la luz pública el caso de una empresa denominada “Big League Advance” (BLA) que ha generado una fuerte polémica tanto en el ámbito de las Grandes Ligas (MLB) como en materia jurídica.
El negocio de BLA es de realizar “inversiones” en las carreras de Grandes Ligas de prospectos que se encuentran en las ligas menores. A cambio del pago por BLA a favor del prospecto de una suma fija de dinero, el prospecto acuerda entregarle a BLA un porcentaje de todos sus ingresos futuros si llegase a jugar en el MLB.
La posición de BLA es que dicha “inversión” no es un préstamo, sino un pago por anticipado respecto a las futuras ganancias del prospecto, por lo que no queda regulado dentro del ámbito financiero. Es menester aclarar que BLA es un fondo de inversión privado que cuenta como su gestor a un exjugador de MLB, y en el cual han invertido importantes grupos empresariales de Estados Unidos.
La existencia y el negocio de BLA no habían atraído la atención de muchas personas hasta hace poco, cuando el prospecto de origen dominicano Francisco Mejía, de los Indios de Cleveland demandó a BLA por una “inversión” que ésta había realizado en Mejía, solicitando que el contrato sea declarado nulo.
Conforme a la demanda interpuesta en Estados Unidos por Mejía, BLA le concedió un pago (que Mejía califica como un “préstamo”) ascendente a US$360,000, y como contraprestación, acordó pagarle el 10% de todos sus ingresos a nivel de la MLB, lo que Mejía alega es “injusto y abusivo”.
La respuesta de BLA es que los pagos que realiza no son “préstamos”, sino “inversiones”, ya que en caso de que el prospecto nunca llegue a la MLB, no tiene ninguna obligación de repagar las sumas que le habían sido pagadas. Es decir, el hecho de que no exista ninguna obligación de repago de la suma entregada como pago inicial, sino que el prospecto tiene una obligación de compartir sus ingresos futuros, indica que es una inversión y no un préstamo.
No obstante, también es cierto que parece que BLA se ha enfocado en prospectos con poco conocimiento del idioma inglés (ya ha salido a la luz pública que otros prospectos dominicanos han firmado con BLA), y que no han tenido representación legal al momento de suscribir el contrato, algo que es cuestionable. Si bien es importante siempre respaldar el principio de la libertad de contrato, también es necesario que existan normas para prevenir el abuso de esta libertad.