Dependiendo de la situación económica que esté atravesando un país, podría ser prudente subir o bajar los tipos de interés. Según las sólidas cifras macroeconómicas que muestra la economía dominicana en la primera parte del 2018, una subida de la tasa de política monetaria (TPM) sería prudente en un futuro no muy lejano por distintos motivos.
El efecto multiplicador del crédito que han generado las políticas monetarias expansivas implementadas por el Banco Central a partir de agosto del año pasado, dinamizó la economía en el último semestre del 2017, y todavía estamos viendo altos niveles de liquidez en el sistema financiero. Y en el primer cuatrimestre del 2018, el PIB dominicano creció un 6.7%, por lo que no es prudente seguir inyectando dinero, ya que podría devaluar el peso y generar mayor inflación (más la inflación por el alza de los precios del petróleo, tendremos que ver qué ocurre en la reunión de la OPEP mañana viernes y sábado).
La economía estadounidense ya ha llegado a los niveles de inflación y tasa de desempleo proyectados por las autoridades americanas y, por ende, la Reserva Federal ha subido sus tipos de interés dos veces este año, lo que seguirá impulsando al dólar.
Por un lado, es positivo que a nuestro principal socio comercial le vaya bien, sobre todo en términos de turismo, IED, remesas y exportaciones hacia EE.UU. Pero, también es cierto, que tenemos un déficit comercial con Estados Unidos, y si el dólar se encarece, entonces nos saldrá más caro las importaciones y el financiamiento externo.
Algunos de los beneficios de subir los tipos de interés en tiempos de bonanza económica, es que fomenta el ahorro, frena las presiones inflacionistas y mantiene la estabilidad cambiaria.