Las sociedades organizadas necesitan un sistema financiero fuerte, maduro y capaz de identificar dónde están las fortalezas de la economía para apoyar a los sectores que generan bienestar. República Dominicana ha atravesado por diversas etapas en materia bancaria. Salvo las experiencias negativas de mediados de los 80 y la crisis bancaria de 2003, la banca dominicana ha jugado un papel positivo en nuestra historia.
Hoy sabemos que nuestro sistema de intermediación financiera aprendió la lección con la experiencia de 2003. Lo del Banco Peravia se debió más bien a una debilidad en la supervisión. Los capitales “sorpresas”, como es el caso de la llegada de estos inversionistas al país, deberían ser rigurosamente observados. Hay señales que el mercado envía que no podemos dejar pasar por alto.
Nuestra banca, hablando de esas instituciones financieras que más que negocios aportan al desarrollo del país, conoce muy bien la importancia de la credibilidad para su estabilidad y la del país. Hoy podemos decir que República Dominicana cuenta con entidades bancarias que transmiten tranquilidad.
Sin embargo, casos como los del Banco Peravia debería enviar un mensaje a la Superintendencia de Bancos respecto al rol que debe jugar para salvaguardar la credibilidad de todo el sistema. Por suerte para este país, aunque no para los ahorrantes, la institución intervenida por las autoridades apenas representa el 0.18% del total de los activos de la banca, lo que indica que no es un hecho que afectará en ningún modo nuestra estabilidad ni la del sistema.
Lo que sí sabemos es que la banca dominicana ha sido decisiva en el crecimiento de nuestra economía, aportan cerca del 9.7% del crecimiento de la riqueza nacional durante el período enero-junio 2014, según un análisis de la Dirección Económica de la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA).
La intermediación financiera, de la cual los bancos múltiples representan el 80% de su valor agregado, fue uno de los sectores que mayor aporte hizo al crecimiento de la riqueza nacional en este período.
Según un análisis de los economistas de la ABA, Julio Lozano y Katherine Cabral, titulado “Contribución del Sector Financiero al Crecimiento Económico (enero-junio 2014)”, el sector financiero tiene una participación de 3.8% del PIB. A pesar de esto, destacan los expertos, el sector financiero ocupa la novena posición en términos de tamaño dentro del PIB, pero son la tercera actividad más importante en términos de su contribución a la tasa de crecimiento.
Como dominicanos estamos obligados a proteger nuestro sistema financiero, por el bien del país, por el bienestar de nuestro porvenir. A quienes están encargados de supervisar, que lo hagan bien. Nuestra confianza está depositada en una cuenta de credibilidad que cada día se fortalece.