La semana pasada se cumplió el décimo aniversario de la Gran Recesión del 2008 y la caída del banco de inversión Lehman Brothers. Desde ese entonces, los bancos centrales, sobretodo de países industrializados, han propulsado el crecimiento económico a nivel mundial a través de la implementación de políticas monetarias expansivas, y en algunos casos no convencionales (bajadas de tipos de interés de instrumentos de renta fija a territorio negativo).
La Reserva Federal ha subido sus tipos de interés siete veces en los últimos tres años, mientras que el Banco Central Europeo ya ha anunciado que de momento no cambiará sus tipos, pero sí seguirá la senda de reducción de estímulos monetarios. Debido a la naturaleza del funcionamiento de la economía, aproximadamente cada 10 años vemos una ralentización del crecimiento, y si a esto le sumamos la guerra comercial, tensiones geopolíticas y el encarecimiento del dólar americano, entre otros acontecimientos, sin dudas que el mundo respira un clima de incertidumbre.
Cuando no tenemos claro cuáles clases de activos tendrán el mejor desempeño, dada la volatilidad que actualmente atraviesan los mercados globales, la mejor opción es diversificar las inversiones. Siempre es muy importante mínimamente hacer un análisis fundamental a nivel macroeconómico de forma de invertir inteligentemente.
Los inversionistas, según su perfil, típicamente invierten en activos de bajo riesgo en tiempos de incertidumbre económica, tales como instrumentos denominados en dólares, oro y bonos. Los fondos de inversión son instrumentos ideales para diversificarse e invertir en diferentes clases de activos, monedas, sectores, mercados y plazos. En República Dominicana, actualmente se comercializan 35 fondos de inversión que permiten, tanto a empresas como personas físicas, rentabilizar sus excedentes de liquidez a través de una diversificación óptima.