República Dominicana requiere de una inversión de al menos US$600 millones para manejar de forma adecuada sus vertederos de residuos sólidos bajo los lineamientos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aseguró el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Isidoro Santana, al fungir como orador invitado en un desayuno panel de la Cámara Americana de Comercio de República Dominicana (AmchamDR).
“En el caso de la región Este se requieren cuatro rellenos sanitarios regionales, con costos estimados en US$150 millones. La inversión para resolver la disposición final en todo el país es cuantiosa, estimándose que supera los US$600 millones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo en este renglón”, dijo Santana.
El desayuno-panel, titulado “Gestión de residuos en la producción y comercialización responsables: ¿qué podemos esperar hacia el futuro?”, organizado por el Comité de Sostenibilidad de la AmchamDR busca fomentar la gestión responsable de residuos en el país y, además de Santana, contó con la participación de Zoila González, viceministra de Gestión de Calidad Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente; Domingo Contreras, director de Programas Especiales de la Presidencia de la República (Digepep); Circe Almánzar, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), y José Luis Magadán, presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC).
Los panelistas esbozaron la perspectiva de los sectores público y privado de cara al futuro en materia de sostenibilidad.
Santana explicó que el tema de los residuos sólidos constituye una fuente de tensión para la sociedad y la economía nacional que se vincula con la higiene, con la salud, el ciclo hidrológico y la calidad de las aguas superficiales, subterráneas, e importantes sectores de la economía nacional (el turismo, por ejemplo).
“En nuestro país la prestación de servicios de aseo urbano es prácticamente un servicio privatizado, pero sin regulación. Una parte de esta producción de residuos se dispone en más de 350 vertederos a cielo abierto, en un 70% en lugares inapropiados”, sostuvo el funcionario.
En ese sentido, Santana señaló que más del 36% de los residuos en las condiciones actuales pueden ser aprovechados con el reúso y el reciclaje, generando importantes ingresos para la economía nacional, en particular, la materia orgánica puede aprovecharse en un 100% en la producción de compost, insumos y materiales para la agricultura.
“El mercado del vidrio puede ser de interés para el sector industrial, pues el país carece de instalaciones industriales para procesarlo y tiene un déficit del orden de los US$100 millones al año”, dijo.
Otros nichos se derivan de los plásticos, maderas, papel y cartón, metales, señaló Santana, para quien el mercado del reciclaje podrá superar en los próximos 25 años los US$7,000 millones.
Santana señaló que a raíz de la crisis que se presentó con Duquesa el pasado año, el MEPyD, atendiendo a un pedido de la Mancomunidad del Gran Santo Domingo (GSD), solicitó a la Agencia de Cooperación Japonesa y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) una cooperación técnica no reembolsable. Esta fue aprobada en julio de 2018 para fortalecer la reforma institucional y actualización del plan maestro de los residuos sólidos del Gran Santo Domingo.
Una vez actualizado el plan, la puesta en marcha sería financiada por Japón y el BID, con un costo de entre US$100 y US$150 millones y traería una solución definitiva al tema de Duquesa y los desechos del Gran Santo Domingo.
El director de los Digepep y del Plan “Dominicana Limpia”, Domingo Contreras, explicó que para tener una dominicana limpia se necesita una alianza público privada, “porque no hay manera de manejar los residuos si no es de esta forma, no solo aquí sino en ninguna parte del mundo”.
Cifras alarmantes
Mientras, la viceministra de Gestión de Calidad Ambiental, Zoila González explicó que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales tiene una política de producción y consumo sostenible que lo lleva a realizar una serie de actividades con diferentes sectores empresariales.
“Esas políticas señalan claramente que es necesario el uso de bienes y servicios pero que deben responder a las necesidades básicas, a la calidad de vida, pero deben minimizarse los recursos naturales, las emisiones de residuos contaminantes sobre el ciclo de vida de tal forma que no ponga en riesgo a las generaciones futuras”.
González señaló que hay cifras alarmantes como: 11,400 toneladas diarias de residuos sólidos a nivel nacional. “Indudablemente vamos a tener consecuencias graves como las que vimos hace un tiempo (en la costa del Distrito Nacional), si hacemos un pastel de los residuos la materia orgánica siempre va a estar presente en más de un 50%, seguido de papeles y cartones en un 17% plástico y vidrio en un 13%, pero lo más importante es la gestión integral de los residuos sólidos”, dijo.
Responsabilidad compartida
Mientras, la vicepresidenta ejecutiva de la AIRD, Circe Almánzar, trató el tema de la responsabilidad compartida y extendida. Señaló que la primera hace referencia al manejo integral de los residuos que se debe tener, resaltando la participación de todos los actores de la sociedad para que realmente funcione.
“Para que cada uno pueda lograr que el sistema integral de residuos tenga su parte, por un lado la sociedad no debe ensuciar el ambiente, vaciar los envases, limpiarlo y aplastarlos, depositarlos correctamente y separar en la fuente correspondiente, es su responsabilidad como ciudadano”, dijo.
“Mientras tanto el Gobierno requiera la aplicación de legislaciones a nivel nacional y municipal, en necesitamos no solamente una ley que establezca la facultad de cada uno de los actores en la gestión, sino también apuntar lo que tiene que ver con la normativa a nivel de cada uno de los municipios y de los actores”, indicó.
Almánzar explicó que el comercio no es solamente un generador de grandes residuos, sino también centros de acopios y participa en las cadena de producción. “Mientras que la industria juega un papel clave en este proceso, porque es la que va a volver obtener un producto cuando se pasa por el proceso de polarización”.
Con relación a la responsabilidad extendida, Almánzar recordó que esta se refiere al régimen de gestión que tiene como finalidad garantizar que los productores, importadores y comercializadores tengan la responsabilidad de los residuos durante todo el ciclo de vida de un producto.
“En nuestro proyecto de ley solo se habla del principio de responsabilidad extendida, en la mayoría sin embargo de todas las leyes existe un detalle de qué significa esto y solo viendo lo que implica podemos entender por qué hace cuatro años comenzamos un proyecto de economía circular, porque este no es un tema de filantropía , es un tema de responsabilidad, que el consumidor me está exigiendo más cumplimiento frente al ambiente, pero también es un tema de ahorro de las empresas y de negocio, es un modelo de negocios”.
Jose Luis Magadan, presidente de la ONEC, señaló que la visión con la que el comercio local asumido la gestión de residuos radica en que no es un tema solo de responsabilidad social, es más como un tema competitivo y potencial de negocios, que ayuda en el ahorro de costos y simplificación de procesos en las empresas comerciales.