El secretario ejecutivo del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), Domingo González, lo dice con suficiente claridad: La credibilidad de la política monetaria del banco central es fundamental para lograr estabilidad económica en un país. Lo dice tomando en cuenta ejemplos como el que ha dado República Dominicana, cuyos resultados son un referente en la región.
Respecto a la estabilidad monetaria y financiera de la región, considera que cuando se incluye a Panamá, que se toma en cuenta en algunos análisis a pesar de no ser parte del Consejo por no tener Banco Central, hay por lo menos tres países que están en una senda de estabilidad. Los otros dos son Costa Rica y República Dominicana, los cuales, apunta, han mostrado un desempeño estable en el tiempo.
Al ofrecer una entrevista a elDinero en la sede del organismo regional, González destacó el crecimiento registrado por República Dominicana de alrededor de un 7% en los últimos años, así como el desempeño de Costa Rica que anda por el 3.2%. A su entender, esta relativa estabilidad económica y política ofrece una esencia de certidumbre financiera.
Respecto al resto de países de la región, el secretario ejecutivo del Consejo señala el crecimiento modesto que han experimentado. En este orden, menciona el caso de Guatemala que crece a un ritmo de un 3%, Honduras en un 4.2% y El Salvador en un 2.6%. “Son países que tienen, digamos, relativa estabilidad financiera y no vemos presiones inflacionarias o del tipo de cambio. Sin embargo, en los casos de El Salvador y Honduras todavía tenemos algunos retos fiscales, pero no están amenazando la estabilidad económica”, apunta.
Según el ejecutivo, Nicaragua venía demostrando una senda de crecimiento con un promedio de un 5%, pero las tensiones internas durante el año pasado, entre abril y junio, afectaron enormemente la estabilidad política y económica del país. En ese sentido, indicó que por eso experimentó un retroceso de un -2.5%.
El secretario ejecutivo del CMCA refirió que instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Mundial (BM) apuntan a un -4% en el caso nicaragüense. Sin embargo, explica, las autoridades de ese país esperan que, por lo menos, esa estimación que hacen esas entidades se pueda contener en este año, una vez se haya recuperado la estabilidad económica, que es la confianza de los inversionistas. “Esta es la única manera de volver a enrumbar el país en la senda del crecimiento”, sostuvo.
Economías dolarizadas
Para González, las economías de El Salvador y Panamá, aunque dolarizadas, son estructuralmente distintas, pues en el caso de la panameña se aplica un modelo desde el tiempo de su fundación. Además, indica, tiene el Canal como un activo que le genera un retorno o ingresos extraordinarios a la economía. “Se nota lo que ha sucedido con este país en los últimos 15 años en su desarrollo económico y social”, destacó.
Afirma que estas condiciones que presenta Panamá, con su estabilidad macroeconómica y lo que representa el Canal, atrae a los inversionistas, destacando que ese país es también un centro financiero relacionado, en gran medida, al movimiento de las mercancías a través del Canal.
“Panamá está bien posicionada y vemos que esta tasa de crecimiento que experimenta puede ser aún superada si las condiciones globales del comercio y financieras se mantienen. La ampliación del Canal parece estar respondiendo a la demanda de movimiento de mercancías en el mundo”, expresó.
Entiende que desde el punto de vista global del comercio se desarrolla en Asia y no tanto en América, pues los grandes centros de poder industrial están en China, India, el resto de Asia y Europa, entre otras áreas de esa parte del planeta. El ejecutivo destaca que las principales economías del planeta están en esa región y, con ello, todo el movimiento del petróleo que conecta con Medio Oriente.
Cuando se compara con Panamá los volúmenes de comercio mundial de esa región, según González, entonces se nota que el Canal panameño es algo modesto. Explicó que como América Latina tiene la ventaja de tener mares a ambos lados, se puede salir por el Pacífico o por el Atlántico, lo que indica que el Canal de Panamá vendría a ser para pequeños volúmenes de carga.
Respecto a El Salvador, recuerda que para los años 60 era considerado “El Pulgarcito” de Centroamérica porque tenía una dinámica industrial muy importante. Sin embargo, refiere que hoy el mundo es diferente y en los últimos años esa economía se ha desarrollado sobre la base del sector de los servicios y alguna manufactura. “Los problemas, el conflicto social y político del país minaron la economía en los 80 y 90, y no es hasta la pacificación que esa nación ha vuelto a la senda del crecimiento, aunque modesta”, indicó.
El ejecutivo del CMCA consideró que hay una gran influencia de las remesas familiares en El Salvador, las cuales estimó que, en términos de su ponderación el producto interno bruto (PIB), representan cerca del 20% si se toma en cuenta que en 2018 cerraron en aproximadamente US$5,500 millones.
Sin embargo, está consciente de los grandes desafíos que tienen El Salvador, Guatemala y Honduras con la estabilidad política y respecto a la seguridad ciudadana por los efectos que pudiera tener en la economía. “Puede ser que haya inversionistas adversos al riesgo, pero quizá otros son amantes al riesgo porque posiblemente hay mayor rentabilidad y fluye la inversión”, expresó.
Admite que si los países de la región logran una mayor seguridad ciudadana, un mejor ranking en los indicadores de desarrollo humano, los niveles de inversión tenderán a mejorar. Considera que la economía es “bastante holística” y sólo hay que pensarlo desde el punto de vista de su interacción con la política.
Organismo regional
El secretario ejecutivo del Consejo explica que como un órgano colegiado de los presidentes y gobernadores de bancos centrales de la región, con las reuniones que se celebran de manera regular durante el año, es un ente de coordinación y seguimiento del comportamiento macroeconómico y financiero.
Respecto a las reuniones, afirma que son altamente productivas en el sentido de que los altos funcionarios de los órganos reguladores de la política monetaria regional comparten mucha información económica y relacionada de sus propios países.
Para González, tratan de discernir, cuando lo amerita, las perspectivas de las economías y las tensiones económicas y financieras que tiene la región en relación con el contexto global. En este proceso, dice, los funcionarios de los bancos centrales enfocan sus intereses como instituciones dentro del marco de la complejidad de las políticas monetarias y comerciales que ejerce Estados Unidos.
“Sabemos que en Estados Unidos terminó una época de lo que se le llamó la expansión o flexibilidad monetaria y la Reserva Federal ha respondido con un incremento de la tasa de interés. Ha considerado prudente empezar a mover las tasas, lo que repercute en la región, en nuestros países, a pesar de que regionalmente no estamos tan desarrollados en los mercados financieros que nos vaya a afectar enormemente la fuga de capitales”, explicó González a elDinero.
A su entender, las condiciones financieras habrán de cambiar a raíz del cambio de política monetaria en Estados Unidos, al pasar de una etapa flexible a otra de incremento en las tasas de interés. “En la última reunión los funcionarios de los bancos centrales analizaron cómo estaban esperando finalizar el 2018 y viendo las perspectivas de la economía, tanto propias como de la región. Este es un ejercicio que trae resultados positivos”, sostuvo.
El secretario ejecutivo del CMCA indicó que en los encuentros se acuerdan cómo compartir información confidencial relevante para los países, las que, entre otras cosas, sirven para enfrentar riesgos financieros como los ciberataques. A su entender, a pesar de los grandes avances para la productividad, en términos de los servicios financieros, también representan grandes riesgos de vulnerabilidad cuando los sistemas no están muy bien protegidos.
“Siempre los riesgos informáticos avanzan con el desarrollo, nunca se está en un estado latente, sino que siempre está en desarrollo. Entre más se protegen los bancos o los sistema financieros, más ataques pueden haber del otro lado”, sostuvo.
¿De qué depende la estabilidad económica?
El secretario ejecutivo del CMCA, Domingo González, considera que la estabilidad económica depende de dos grandes factores, los externos e internos. “Supongamos que los factores externos están neutrales o positivos para el crecimiento económico en términos de las tasas de interés, los flujos comerciales, de las políticas de los países desarrollados y que más bien nos afectan de manera positiva. Entonces, ¿qué factores son los que dependen de nosotros para brindar esa confianza, esa estabilidad y perspectiva de crecimiento? Son los factores internos, entre los cuales podemos enumerar varios”, indicó.
A su entender, un país que presenta una estabilidad política y social es un destino atractivo para los inversionistas. Consideró que puede tener problemas económicos, que pueden ser temporales, de liquidez o de un choque externo, pero si tiene el ingrediente de la certidumbre, resulta en un destino que atrae los capitales.
Destaca la seguridad social como una variable importante, así como los niveles de gobernabilidad aceptables, cohesión social y respeto al estado de derecho. Esto, afirma, impulsa que los países puedan avanzar socialmente.
Otros factores que González considera importantes están relacionados con un gobierno que funciona y da muestras de cuál es la política macroeconómica que tiene. Además, dice, que el Banco Central cumpla con el mandato de la estabilidad de la moneda, que no abusa la “maquinita de hacer dinero” que a veces es una tentación. Otra variable preponderante, dice, es que se dé muestra que las autoridades están en control del sistema de pagos y financiero en términos de su sanidad.
Para el secretario ejecutivo del CMCA, una variable que agrega certidumbre al destino es que el gobierno se comporte adecuadamente en términos de sus ingresos, de las presiones fiscales y del gasto, el cual debe hacerse con la racionalidad que demanda la economía. Además, que tenga buenos índices de transparencia fiscal.
A González no le preocupa el futuro inmediato de la región en términos de su fortaleza y estabilidad macroeconómica, pues entiende que los países están en una posición de certidumbre en cuanto a sus políticas macroeconómicas.
Sin embargo, considera que en algunos países sí es necesario ponerle atención a la inseguridad ciudadana, ya que es una variable que podría afectar las inversiones, principalmente la que proviene de capitales extranjeros.
Valora el crecimiento sostenido de la región, con excepción de la caída que ha tenido Nicaragua.