Con la participación de autoridades del Consulado General de la República Dominicana en Madrid, de la Oficina de Atención al Inversor Extranjero del Ayuntamiento de Madrid y de la Cámara de Comercio, así como directivos de varias escuelas de negocios de España, el pasado 05 de marzo se llevó a cabo el primer Encuentro de Jóvenes Dominicanos en el Exterior, enfocados en la oportunidades para los jóvenes emprendedores tanto en la capital española como en el país caribeño.
De acuerdo con el Organismo Internacional de la Juventud para Iberoamérica, la intención emprendedora en República Dominicana ronda el 18.8% de la población joven. Luis García, Asesor legal de la Universidad Antonio de Nebrija, destacó en su presentación que para los observadores del estudio, el segmento joven de la población abarca hombres y mujeres entre los 18 y 35 años. Estos resultados se encuentran por debajo de la media latinoamericana, que se ubica en 22,18%.
Según García, en el país caribeño, aún son muchas las dificultades que tienen “las nuevas empresas para costearse el acceso a las últimas tecnologías y los apoyos para que los recursos humanos científicos y técnicos para explotar económicamente sus ideas”. Sin embargo, esta situación comienza a cambiar con un nuevo enfoque institucional de las políticas públicas.
Formación para reducir los riesgos
El emprendimiento a cualquier edad implica correr riesgos para hacer realidad un sueño, una meta empresarial. Para ello se requiere mucha pasión y voluntad emprendedora. Y en la medida en la que la competencia en los mercados exigen mayor innovación en cada propuesta, la voluntad emprendedora debe ser complementada por el conocimiento.
“En el desarrollo de una iniciativa empresarial existen técnicas que no se pueden adquirir de forma autodidacta: marketing, tecnología, gestión de personas, finanzas, analítica, conversión, cuya incorporación a nuestro conocimientos, si bien no garantiza el éxito definitivo del proyecto, permite minimizar los riesgos”, afirma Miguel Ángel Blanco Cedrún, Fundador y Director de Spain Business School y agrega: “Las escuelas de negocios somos una especie de fábricas de sueños, en las que acompañamos al emprendedor para que adquiera los conocimientos que minimicen los riesgos de su iniciativa empresarial, pero que además lo logre desde un conjunto de valores de ética empresarial que sean valiosos y aporten a cualquier sociedad”.
Las oportunidades de formación en áreas del cambio digital deben incluir modelos que reduzcan las barreras de acceso. Se trata de habilitar innovación no sólo en el uso de la tecnología en las funciones del aula con el e-learning, sino en el ámbito de la oferta de programas, desde el formato de entrega de los contenidos, hasta la cotización de los programas que brinden alternativas de calidad a la formación académica exclusivista y tradicional. Y es que el no contar con el dinero para pagarse un máster, no puede inhabilitar a un profesional para su transformación.
“En Spain Business School trabajamos modelos que intentan derrumbar todas las barreras de acceso a la educación: desde ciclos gratuitos y abiertos, pasando por herramientas de cualificación en competencias específicas, programas a la medida de empresas y organizaciones, hasta los programas de máster 100% nativos digitales, que nos han valido reconocimientos importantes como fue el obtenido por nuestro MBA en Administración de Empresas Digitales, valorado entre los 10 primeros de España”, agrega Blanco Cedrún.