[dropcap]L[/dropcap]as marcas tienen vida y personalidad, y se vinculan a los estilos, necesidades, patrones de conducta e incluso a la aspiración de los consumidores. Orbitan alrededor de la vida diaria, flotando dentro de los hábitos de compra de la gente y se hacen realidad al participar de los pequeños o grandes sueños de los consumidores.
A lo largo de los años Google ha sido una marca que ha tenido la particularidad de hacer lo que hacen las grandes marcas: marcar el paso y cambiar cosas.
El buscador inteligente más completo y efectivo en su momento se convirtió en el mail electrónico de mayor acogida gracias a las bondades tecnológicas que ofertaba, desplazando y más tarde aniquilando a Hotmail, el hijo del monstruo Microsoft, que se resiste a morir, pero languidece en la oscuridad de la demanda.
Google Plus, su red social vinculada a Gmail, si bien es cierto no ha sido competencia para Facebook, aunque por cantidad de cuentas abiertas sea igual o más grande, habrá gente que no tiene Facebook , y los hay que no tienen Gmail, pero todo el que tiene un Gmail tiene Google Plus.
El catálogo de productos crece: Chrome, que aunque es un navegador de alta calidad es también el nombre del software de plataforma; Google Maps, cambió el estilo de ubicación de la gente alrededor del mundo, Play de películas, Play de libros, Play kiosko, Play games; Drive, carpeta en la nube virtual para almacenamiento; Youtube, Google fotos, Hangouts, otra red social y Google Play Music. Todos estos productos vienen dentro de la oferta de tener una cuenta Google, porque ya no es cuenta de Gmail.
Android, el software de telefonía móvil que se asegura el futuro de la misma. Es la mayor creación de trascendencia de Google, a través de la Play Store puede acceder a comprar y descargar aplicaciones, libros digitales, música de tu preferencia, entre otras compras virtuales.
Hace unas semanas se ha dado un anuncio que más que impactante es de carácter histórico. Sundar Pichai, VP de Google, informó que el gigante del internet se lanzará al mercado de telefonía móvil, ya no como creador de software. Lo anunció durante el Mobile World Congress, celebrado en Barcelona, el mes pasado.
Tal como había dejado ver meses atrás, Google se encuentra en pleno desarrollo de su propio servicio de telefonía móvil que montará sobre redes de un operador, del que no ha revelado su identidad.
En su presentación, Sundar Pichai manifestó: “Estamos en una etapa en que es importante hablar sobre soportes físicos, soportes lógicos y conectividad conjuntamente”. En este sentido, adelantó que el objetivo del próximo lanzamiento no es prestar servicios de telefonía en gran escala, sino “mostrar a las operadoras de telecomunicaciones que se puede innovar en el terreno de la conectividad”.
A pesar de carecer de la infraestructura necesaria, Google sigue los pasos de otros operadores de redes inalámbricas virtuales (MVNO, sigla en inglés), por lo que negocia con Sprint y T-Mobile para utilizar sus instalaciones y excesos de capacidad de conexión.
La nueva red telefónica de Google, conocida tentativamente como Nova, venderá planes a bajos precios, lo que podría ser una clara amenaza para sus competidores.
Lo cierto es que la amenaza que se cierne sobre las tradicionales telefónicas, que de por sí son monstruos gigantes, es una realidad. Google se plantea cambiar la plataforma completa de oferta y precios, dos bases de fundamento del consumo humano, y nueva vez se sacude dejando ver sus alas de marca líder y revolucionaria.
Aunque no sería fácil para Google sobrepasar a estos grandes competidores y dueños de ese mercado, ya hay nervios, y en los consumidores emoción porque cambien cosas, para tener acceso a más por menos, de la brillante y apetecible tecnología.