La nueva normalidad que impone la crisis sanitaria del covid-19 supone retos para el sector industrial y comercial de República Dominicana ya que deberá, entre otros aspectos, cambiar la forma de trabajar, producir para mantener su operatividad y mejorar su competitividad para atraer inversión durante los próximos meses, según los empresarios Pedro Brache, Sandy Filpo y Fernando Capellán.
Para Brache, presidente del Consejo Nacional de Empresas Privadas (Conep), el sector industrial tiene amplios retos, tales como proteger y apoyar a sus empleados, así como a sus clientes en momentos de incertidumbre.
“La generación y crecimiento de las exportaciones es y será un objetivo importante para nuestro sector y para el país”, sostuvo Brache, al indicar que la “rápida” adopción de tecnologías y la adecuación de sus capacidades en telecomunicaciones serán vitales para el desarrollo.
Insiste en que “mantenerse actualizados” y estar atentos a las cambiantes tendencias de los mercados locales e internacionales será cada vez más relevante.
Filpo, presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS), sostiene que los comerciantes e industriales deberán superar varias “barreras” que establece el contexto actual.
Cita la forma de aumentar los niveles de ventas, cobertura de costos ante la baja del consumo y lidiar con el miedo, ya que el factor psicológico, afirma, juega un papel preponderante en el cambio de hábitos y conductas.
“Esto hace que muchas empresas tengan que reinventarse y cambiar de modelo de cómo estaban operando”, argumenta el representante del sector empresarial de Santiago.
Para Capellán, presidente de Grupo M y Codevi, la situación geopolítica entre China y Estados Unidos brinda una “oportunidad para atraer inversión extranjera directa hacia República Dominicana, por lo que el enfoque del país debe ser, a su juicio, mejorar la competitividad.
“Mejorar la competitividad quiere decir crear el terreno fértil para que las empresas generen empleos, que las empresas exportadoras puedan exportar y todo eso incluye una serie de sugerencias que a través de los años ha estado haciendo el sector empresarial”, indicó. Entre las sugerencias, de varias personalidades, recordó la creación de una ‘mesa de exportación’, mejoras en el transporte de carga, eliminación de las ‘trabas’ burocráticas en la Dirección General de Aduanas (DGA) y formación del capital humano, principalmente en áreas técnicas.
Tanto Filpo como Capellán abogaron por un mayor financiamiento para las pequeñas y medianas empresas. “Hay que hacer muchas cosas para aprovechar la oportunidad de un real cambio en la competitividad del país y hay cosas prácticas que se pueden hacer”, enfatizó Capellán.
En ese sentido, el economista Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), sostiene que, en el contexto actual, la permanencia de las empresas y sus puestos de trabajos, dependen, básicamente, del financiamiento y ayudas económicas de parte del Gobierno, como el Fondo de Asistencia Asistencia Solidaria al Empleado (FASE).
Este fondo, que es un apoyo transitorio a las empresas y trabajadores con transferencia monetaria no condicionada, entre otros programas sociales, será continuado en lo que resta de este 2020 por el nuevo Gobierno, según afirmó el presidente Luis Abinader.
Esta medida es aplaudida por el catedrático de la UASD, debido a que el confinamiento social, producto de la pandemia del covid-19, los niveles de venta de las empresas han experimentado una caída “estrepitosa”. Por esa razón, afirma el economista, muchas han tenido que cerrar u operar muy por debajo de su capacidad productiva, dando traste a la suspensión masiva de empleados.
“Las empresas, principalmente las pequeñas y medianas, la están pasando muy mal”, advirtió el economista, al recordar que el tejido empresarial dominicano está compuesto en más de un 90% por pymes.
Insiste en que el nuevo gobierno debe hacer como han hecho otros y transferir los recursos económicos, por la vía presupuestaria o mediante el financiamiento por parte de los bancos centrales, para que las empresas puedan cubrir gran parte de su caída.
En su discurso del domingo, el presidente Abinader adelantó que extenderá las facilidades tributarias en especial para las pequeñas y medianas empresas, así como la implementación del “Programa de Garantías y Financiamiento” por más de RD$100,000 millones, dirigido a los sectores afectados por la pandemia.
Asimismo, dijo que por medio del Banco Agrícola va a disponer de RD$5,000 millones en financiamiento a tasas de interés cero para la nueva siembra.
Para Ciriaco Cruz, otro aspecto que debe tomar en cuenta el nuevo mandatario, en el ámbito de reformas, es la urgente modificación al Código Laboral Dominicano para crear un “fondo de desempleo” y regular el teletrabajo en beneficio de los empleados que están laborando desde sus casas.
La llegada del empresario y político Abinader al Poder Ejecutivo genera expectativas. Para Filpo, el “Gobierno del Cambio” debe propiciar la creación de un fondo de garantía de RD$30,000 millones, con la finalidad de proveer de crédito a las pequeñas y medianas empresas (pymes).
También que se suspenda, por lo que resta de este 2020, el pago de anticipo del impuesto sobre la renta (ISR).
El presidente del ACIS enfatiza que el Estado debe extender la vigencia y ampliar los beneficios de la Ley 28-01 que crea la Zona Especial de Desarrollo Fronterizo, para que “signifique un verdadero incentivo para la instalación de nuevas empresas y preservar empleos en esa zona tan vulnerable, así como facilitar que la permisología y documentos centralizados en Santo Domingo se puedan obtener en las áreas cercanas a las empresas evitando traslados y pérdida de tiempo”.