La agroindustria en República Dominicana tiene oportunidades de desarrollo con la implementación de la inteligencia artificial (IA), no solo para automatizar tareas rutinarias, aumentar la productividad y detectar a tiempo enfermedades de los cultivos, sino para reducir costos operativos y uso de insumos.
Sin embargo, los avances que ha mostrado el sector con servicios de agro-precisión como análisis de suelo, monitoreo de rendimiento, manejo localizado con imágenes satelitales, no son suficientes, debido a que hace falta mayor incursión.
Para Eddy Alvarado, ejecutivo principal de Agro360, empresa dedicada a la creación de soluciones tecnológicas para mejorar la productividad agrícola, es vital que en el país se fomente la educación de los agricultores sobre los beneficios de la IA, así como de propiciar alianzas público privadas (APP) para brindar acceso a los pequeños agricultores.
“La agricultura inteligente o agricultura de precisión es un enfoque revolucionario que permite la producción de alimentos seguros bajo los cambios climáticos y el crecimiento de la población”, aseguró Alvarado, ganador de múltiples reconocimientos locales e internacionales por su proyecto Agro360.
Los cimientos de la revolución son las tecnologías modernas como IA, internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), servicios basados en la nube, entre otros.
Alvarado, recientemente reconocido por la revista Forbes como uno de los 30 innovadores de impacto social más importantes de Europa y con el premio CEMEX- TEC, subrayó que estas tecnologías brindan a los agricultores mayor resiliencia frente a los cambios climáticos y mejor calidad de las cosechas.
Insiste en que las bondades de la IA pueden ser aprovechadas a través del uso de sistemas expertos para manejo adecuado de los cultivos y uso de la “Big-Data”. Esto permitiría a los agricultores determinar qué y dónde deben plantar, en qué momento del año, las condiciones ambientales existentes, la fertilidad del suelo, detectar plagas y enfermedades. También, saber el riego necesario y hasta predecir la cantidad de cosechas a obtener.
COSTO
El costo de estas tecnologías a la agricultura es variado. En la última década la masificación y disponibilidad de recursos digitales ha incidido en la reducción de los costos de acceso a la tecnología de la información para las distintas industrias, incluyendo el agro.
Alvarado afirmó que los usos de estas tecnologías son escalables, es decir, que el pequeño agricultor puede empezar a beneficiarse con inversiones iniciales en “kit de sensores y estaciones climáticas” y posteriormente seguir agregando elementos que permitan automatizar el sistema de riego y hasta el uso de drones.
“Si la implementación de estas prácticas se realiza de una forma adecuada, los beneficios obtenidos en la mejora de la productividad cubrirán los costos de la aplicación de estas tecnologías y se reducirán los gastos a futuro”, recalcó el investigador egresado del Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA).
PROYECCIÓN
Para Alvarado las estimaciones mundiales están alineadas respecto a que los rendimientos de la agricultura deben crecer “obligatoriamente” en el mediano plazo para soportar con más producción al aumento de la demanda mundial.
“Las fronteras agrícolas están cada vez más definidas, es decir, la cantidad de terreno cultivable no va a aumentar más, lo que tiene que crecer es el rendimiento de la producción”, manifestó, tras indicar que todos los países, incluyendo República Dominicana, deben producir más en menos espacio.