[dropcap]L[/dropcap]a decisión está tomada. Un grupo de empresarios dominicanos y haitianos, conscientes de que el impasse diplomático-migratorio no debe detener los planes de desarrollo económico de ambos pueblos, especialmente por la interdependencia histórica en diversos aspectos sociales, no cesan en su meta de iniciar el proyecto de inversión inclusiva más ambicioso en la historia de la frontera.
Todo está delimitado, planificado y proyectado para que sea exitoso. El Consejo Económico Binacional Quisqueya (CEBQ) tiene cuatro áreas definidas para el desarrollo inclusivo que se persigue a ambos lados de la frontera.
Entre los objetivos están: crear oportunidades empleos y riquezas en la zona; implementar políticas sostenibles y de respeto al medio ambiente, así como activar la economía.
El plan contempla iniciar con US$5,000 millones en la frontera norte para luego extenderse al resto de la línea fronteriza.
Un propósito fundamental, según un documento explicativo del proyecto, es catalizar de manera efectiva el potencial económico que ofrece la frontera a través de inversiones sostenibles e inclusivas, en una superestructura con componentes logísticos y productivos que impacten de manera positiva a los inversionistas y habitantes de ambos países.
El proyecto, detalla el documento, pondrá particular atención a la población joven por representar el grupo mayoritario en ambas naciones. Se hará a través inversiones de alto impacto y el incentivo de iniciativas rentables, privadas y públicas de distintos sectores en ambos países.
Al menos una decena de reuniones y encuentros han sido celebrados en República Dominicana, Haití, Estados Unidos, Panamá y en Europa para dar a conocer el proyecto de desarrollo. Todo va al ritmo acordado. El periplo se inició en agosto de 2013 en la Universidad de Florida, previas presentaciones de socialización interna.
La iniciativa del Consejo Económico Binacional Quisqueya ha sido presentada en enero de 2014 en Puerto Príncipe, en julio de 2014 en Santo Domingo, en octubre de 2014 en Petionville y al Senado y la Comisión de Desarrollo Fronterizo.
Los proyectos a desarrollar serán en los sectores de manufactura (zona franca, textiles, productos de consumo masivo), logística (puertos, autovías, infraestructura, sistemas aduanales modernos), energía (eólica, solar, biomasa e hidráulica), producción (agricultura, ganadería, invernaderos y procesamiento), turismo (eventos, villas, marinas, ecoturismo) y social (viviendas, formación técnica, salud y microempresas).
El sector privado de República Dominicana está representado por los empresarios Juan Bautista Vicini Lluberes y Fernando Capellán, mientras que por Haití participan Marc-Antoine Acra y Jean Lucien Ligonde.
La parte pública dominicana es a través de la Comisión Mixta Bilateral y el embajador Roberto Martínez, mientras que la contraparte haitiana estatal es por la comisión y el embajador Regine Lamur. La iniciativa ha sido bien acogida.
ZONAS DE DESARROLLO
Hay cuatro zonas definidas. La primera estaría en Dajabón-Quanaminthe-Pepillo Salcedo-Fort Liberté. Está planteado el desarrollo industrial, clúster de tejidos Codevi, paneles solares, zona de libre comercio Manzanillo, energía solar, viviendas solares y comercio.
La segunda zona a desarrollar, según la propuesta, estaría conformada por Belladerie y Comendador con enfoque en la agricultura. Habrá cultivos de mangos para la exportación, aceite de palma, invernaderos, agricultura intensa con guisantes, tomates y otros; guineos y actividades ganaderas: chivos, ganado vacuno y tilapia.
La tercera zona es Jimaní-Malpsse con energía a través de proyectos hídricos, recursos potenciales de energía solar y eólica, así como líneas de transmisión. Se incluye también ganadería, carretera de peaje, mercado binacional.
La cuarta zona sería Pedernales-Anse-a-Pitres con el desarrollo de turismo, festival internacional, desarrollo de turismo especializado y energía, ya que esta parte tiene mucho potencial eólico. Se incluyen otras actividades.