Para el multimillonario Bil Gates, filántropo y fundador de Microsoft, el problema del calentamiento del planeta es una cosa muy seria a la cual todos deberíamos ponerle atención. Para este líder empresarial del mundo de las tecnológicas, existen dos números vinculados a este tema que se deben tener presentes; uno es el 51,000 millones, y el otro es el Cero, y ambos valores están estrechamente conectados.
Según lo plantea en su reciente libro “Como evitar un desastre climático”, el primer número es la cantidad aproximada de gases causantes de efecto invernadero que se aporta anualmente a la atmósfera, cifras que fluctúa normalmente, pero que tuvo tendencia a aumentar antes de la pandemia del covid-19. Por el otro lado, está el Cero que, según Bill Gates, es la cantidad de emisiones de carbono a la que se debe aspirar para controlar el cambio climático y sus consecuencias catastróficas para el ambiente y la gente.
Afirma este empresario de incidencia mundial, creador, además, de la Fundación Bill y Melinda Gates, que el calentamiento global es la otra pandemia a la que el mundo tendrá que enfrentarse en el futuro inmediato. Pero, dónde es que está el problema y cómo lidiar con éste? El punto nodal es la liberación que se realiza de dióxido de carbono (CO2) en los diferentes procesos productivos que realizan los individuos, y en los cuales se tienen que utilizar combustibles, comúnmente de naturaleza fósil.
En efecto, la actividad productiva que se realiza en “fábricas, generación eléctrica y vehículos, así como de la liberación de metano procedente de los vertederos a cielo abierto, de los sistemas digestivos de animales de pastoreo en la actividad agrícola, del óxido nitroso de fertilizantes, de los gases que se utilizan en la refrigeración y en los procesos industriales, y también de la perdida de bosques”, todo eso genera el carbono que va directamente a la atmósfera, que luego entra a los pulmones de los humanos y calienta los océanos. De hecho, se estima que estas emisiones de carbono han “provocado un aumento en la temperatura de la superficie de la tierra y, al mismo tiempo, que los océanos haya absorbido alrededor de un 80% del calor adicional”.
Según Bill Gates, la solución está en ofrecer energía limpia, barata y eficiente para los pobres, y en ir poco a poco reemplazando los combustibles fósiles por energía renovable en los procesos productivos. El desafío, sin embargo, es grande, pues los países ricos, que son los que mayor cantidad de emisiones de CO2 realizan, son los que deben contribuir mayormente a transformar la matriz de producción de energía a nivel mundial. Para Gates, “el clima es como una bañera que se llena poco a poco de agua. Incluso si reducimos el chorro a un hilillo, el agua acabará por rebasar el borde y derramarse. Ese es el desastre que tenemos que evitar”.
La tarea alrededor de combatir el cambio climático y sus efectos sobre el plantea, no es fácil pero no imposible. La meta es que, al 2050, se hayan eliminado las emisiones de carbono en todo el globo terráqueo, momento en el que estaremos respirando aire puro y limpio. Para alcanzar este propósito, se estableció el Acuerdo de Paris, en el marco de la Convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, del cual se retiró el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aunque el nuevo presidente de ese país, Joe Biden, felizmente retornó, trayendo con esto nuevas esperanzas para el mundo.
La enseñanza sobre lo planteado por Bill Gates con relación a la necesidad de que se reduzcan las emisiones de carbono, es que si este magnate está preocupado por este tema, pudiendo él buscar soluciones individuales para su propio entorno, mal haríamos el resto de los mortales en no compartir la misma preocupación.