Durante esta semana, el Banco Central de República Dominicana informó que el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) creció un 1.1% durante el mes de febrero de este 2021, destacando que con esto se detenía la caída mensual consecutiva de ese indicador y, al mismo tiempo, se iniciaba la recuperación de la economía dominicana que, según la calificadora internacional Moody’s, crecerá alrededor de un 6,0% durante este año.
Así también, y a juzgar por las declaraciones del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, la expansión de la construcción, minería, manufactura local, la salud, el comercio, entre otros, explican este crecimiento positivo del IMAE, lo mismo que los más de 215,000 millones que fueron aportados al sistema financiero para financiar a los agentes económicos durante la pandemia del covid-19.
Mientras la economía dominicana se recupera lentamente, el proceso de vacunación en el país avanza de manera acelerada, iniciándose esta semana la segunda dosis para los adultos mayores, gracias a la generosidad del pueblo chino y a las diligencias de un gobierno que, al parecer, está en lo suyo. A partir de ahora, habrá que reevaluar las relaciones con la República Popular China a fin de fortalecerla, aun cuando nuestro principal socio comercial haga bembitas.
Por otro lado, continúa el enfrentamiento entre los que abogan por la inclusión en el Código Procesal Penal dominicano de tres causales y/o circunstancias que permitan a la mujer dominicana abortar, y los que se denominan pro-vida, es decir, no permitir el aborto bajo ninguna condición. Es obvio que debate se ha ido más allá de lo conveniente y necesario, y ha pasado a generar un show mediático con representación activa de uno y otro lado. Lo lamentable es que el código sigue sin aprobarse, lo que beneficia a delincuentes y violadores de las leyes, pues no se le puede juzgar por determinados delitos que no están especificados en el código que está vigente.
Hablando de delincuencia, no se puede ocultar que esta ha aumentado durante los últimos días, lo mismo que las muertes de mujeres a manos de sus parejas sentimentales, creando pánico y desasosiego en diferentes sectores de la población. Esto se vincula al anuncio del Ministerio de Interior y Policía de que empezará el desarme de la población civil del país, con lo que, se piensa, van a disminuir los asaltos y atracos y, entiendo yo, hasta los feminicidios.
Pero ocurre que la fiebre no está en la sábana, sino en varios cuerpos, empezando por el cuerpo en donde se refleja la incapacidad histórica de prevención del delito por parte de las autoridades, así como en la deuda social que nunca se ha pagado y, peor aún, se incrementa con la corrupción y la impunidad. También la fiebre se puede encontrar en el cuerpo del machito dominicano, que siempre se ha creído dueño y señor del cuerpo femenino que le toque, desconociendo que cada quien es libre de amar a otra persona cuando quiera y durante el tiempo que quiera, sin que esto sea peligro para la mujer.
Finalmente, oremos porque esta Semana Santa sean más lo que reflexionan sobre la importancia de la vida, que los se van a contribuir a que el coronavirus siga propagándose con su aglomeración irresponsable en playas y balnearios.