Los NFT (Non-Fungible Tokens) son activos digitales que sencillamente son una extensión de la misma. Le dábamos valor a bienes tangibles que podíamos tocar y ver (minerales, certificados, piezas artísticas) y ahora lo hacemos cada vez más a bienes intangibles que sobre todo vemos, pero no podemos tocar.
Las criptodivisas son algo parecido a este activo, pero los NFTs se van más allá y aplican ese concepto de guardar de valor a esos objetos más enfocados al coleccionismo.
En la virtualidad, un token es una unidad referencia. Mientras que las acciones de una empresa tienen todas un mismo valor, un token no fungible asocia un valor determinado a “algo” digital único. El valor que anteriormente le dábamos a bienes físicos como el oro u objetos históricos para coleccionar ahora también puede aplicarse a bienes intangibles. Los NFT son un registro de quién posee una pieza digital única.
La actriz Lindsay Lohan vendió una foto de su cara por 17,000 dólares (se revendió por 57,000) y artistas musicales como Deadmau5 o 3LAU han ganado más de un millón con ese sistema.
Los artistas utilizan la tecnología para rectificar la autenticidad de un bien digital, sellarlo para siempre y que no se pueda alterar, sin depender de que un “experto” le dé el valor. Esto lo transforma en un bien súper único y raro. Mientras más personas lo quiera adquirir más se alzará su valor. Los NFT adquieren su valor de la escasez y certificación, de la oferta y la demanda y del vínculo emocional del fan con la obra de su artista favorito.
¿Qué artista dominicano crees que sea el primero en utilizar esta tecnología para vender algo raro y exclusivo?