El Gobierno de Brasil recaudó 216.3 millones de reales (US$38.2 millones) con la concesión de cinco terminales portuarias en el noreste y el sur del país, para los que se prevén inversiones por 612 millones de reales (US$110 millones).
La subasta se celebró en la bolsa de Sao Paulo, en el marco de un programa impulsado esta semana por el Ministerio de Infraestructura en el que puso a disposición del capital privado 28 activos entre aeropuertos, zonas portuarias y una importante línea de ferrocarril.
El viernes se concedieron cuatro áreas en el puerto de Itaqui, en el estado de Maranhao (nordeste), y otro en el puerto de Pelotas, en Río Grande do Sul (sur), con una previsión de inversiones por 612 millones de reales (US$110 millones) en mejoras.
La empresa brasileña de logística Santos Brasil Participaçoes se adjudicó tres de las áreas subastadas en el puerto de Itaqui por un valor de 157.3 millones de reales (unos US$28 millones).
El cuarto fue el más disputado y, tras varias lances, se lo llevó la firma Tequimar (Terminal Químico de Aratu) por 59 millones de reales (US$10.4 millones).
Esas cuatro áreas de Itaqui concursadas están destinadas principalmente para el almacenamiento y distribución de combustibles líquidos.
Por último, la terminal portuaria de Pelotas, usada para el almacenamiento de carga general, en especial de madera, se la adjudicó la papelera CMPC Celulose Riograndense, única ofertante, por apenas 10,000 reales (unos US$1,800).
En 2019, el Gobierno brasileño subastó otras 20 zonas portuarias, dentro de la estrategia de reducir el tamaño del Estado mediante privatizaciones y concesiones, a fin de paliar la crisis fiscal del país, agravada por la pandemia del nuevo coronavirus.
La concesión cierra una semana de concesiones que ha puesto en manos de la iniciativa privada 28 de activos de infraestructura en el país, entre ellos 22 aeropuertos y un trecho de una línea de ferrocarril.