Frecuentemente, nos abordan personas interesadas en crear un pequeño negocio, en tanto otros, ya empresarios, nos manifiestan su interés en mejorar sus iniciativas empresariales. Una pregunta común de ambos es si podrán sobrevivir a la crisis económica que vive el mundo hoy en día, y qué pueden hacer para evitar una quiebra.
Las respuestas a estas interrogantes no son fáciles, pues miles de negocios han colapsado durante el tiempo que tiene la Pandemia del Covid-19. Sin embargo, hay elementos fundamentales que pueden servir de orientación para todos aquellos que quieren hacer carrera en el tejido empresarial.
Por ejemplo, lo primero que se debe tener claro es que iniciar una empresa, o mantenerla, requiere de una actitud, disciplina y mucho trabajo. Si usted no tiene eso y, además, tampoco es constante y persistente en las cosas que emprende, olvídese de hacer negocios.
Otro elemento que se debe tomar en consideración es que existen competidores en el mercado, que venden los mismos productos, o artículos parecidos, con los cuales se tendrá que competir. La clave aquí es que el artículo que usted elabore tenga alguna diferenciación con el resto, ya sea en el diseño de la etiqueta, en la forma de mercadearlo, en el tiempo de entrega o en la calidad. Obviamente, el precio es una variable importante que también se debe tomar en cuenta, pero se sabe que el consumidor, la mayoría de las veces, prefiere calidad a precio.
Un factor fundamental en el proceso de gestión de un negocio, nuevo o ya en marcha, es la determinación de los costos de los bienes y servicios que se elaboran. Si usted no conoce el costo de producción, no podrá determinar un precio del artículo que le permita, además de recuperar la inversión, obtener una ganancia razonable. De hecho, muchos micro y pequeños empresarios han fracasado porque no se han dado cuenta de que los costos aumentan cada día pero, como no lo calculan, no hacen ajustes de precios y por ahí empiezan los problemas financieros.
En términos del financiamiento del negocio, ya sea para empezar o para inyectarle capital, siempre se debe pensar que hay diferentes formas de capitalizar un negocio.
La primera y más próxima es con la tarjeta de crédito, aunque se debe considerar que este tipo de financiación no es barata pues, en el caso dominicano, la tasa de interés mínima que se paga es un 60% anual, es decir, un 5% mensual. El problema aquí es que muchas veces se pierde de vista que el uso de la tarjeta de crédito funciona como un préstamo más, es decir, que igual hay que pagarlo.
Una segunda manera de financiarse es con los intermediarios financieros, fundamentalmente, aquellos especializados en préstamos para las Mipymes. Los bancos comerciales grandes también han entrado en ese mercado y tienen programas especializados para emprendedores y personas que quieran hacer negocios.
Por último, una fuente de fondos, a baja tasa de interés, es Promipyme/Banca Solidaria, entidad del gobierno que financiera a las Mipymes, con muy buenas condiciones de pagos.
En definitiva, ser empresario es un reto, una tarea que no muchos pueden iniciar y permanecer en ella, sobre todo en tiempos de crisis. El esfuerzo es arduo, pero los frutos que se obtienen de la actividad empresarial son casi siempre halagüeños y permiten mejorar la calidad de vida de la gente.