República Dominicana está encaminada a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero para lograrlo debe impulsar la transformación de la movilidad y la generación eléctrica.
El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), Max Puig, afirma que el Estado dominicano está llamado a orientar las políticas públicas para incentivar el uso de energías renovables.
Dentro de estas iniciativas, está marcada la transición de una energía eléctrica y un sistema de transportación, cuyo principal motor de arranque son los combustibles fósiles, a sistemas más amigables con el medio ambiente.
Esta transición da como resultado la necesidad de que el parque vehicular dominicano, en lugar de hacerse más obsoleto, sea renovado con unidades que emitan menos contaminación. “Las políticas deben estar orientadas justamente a facilitar, incentivar, favorecer y no simplemente a prohibir”, señala.
Entiende que el Estado debe motivar a que los usuarios se inclinen por automóviles modernos y, para lograrlo, debe mejorar las tasas impositivas. “Cuando doy facilidades para importar vehículos viejos, les estoy dando un incentivo a la contaminación y a la emisión de gases”.
Sin embargo, destaca, “si doy incentivos a los vehículos que son menos contaminantes y que no emiten gases, le estoy dando un incentivo fiscal, precisamente, a las políticas que podemos considerar sanas”.
El boletín estadístico del parque vehicular del 2021 de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) indica que el país cuenta 4,842,367 unidades, de las cuales 3,992,779 corresponden a vehículos del 2014 hacia atrás.
El funcionario asegura que, para desarrollar un sistema a base de vehículos eléctricos, también se debe implementar “un sistema de generación eléctrica sobre la base de energías renovables”.
Pero los incentivos no deben estar sólo en la importación de vehículos, Puig señala que se debe motivar al cambio de la generación eléctrica, ya que los esfuerzos se quedarían a medias. “No gano nada con tener un autobús eléctrico que voy a cargar con energía producida con carbón o petróleo”.
A pesar de que no todos los automóviles generan la misma contaminación, Puig precisa que “cuanto más viejo y obsoleto es el vehículo más gases de efecto invernadero genera. Entonces, el objetivo ahora es que los vehículos no solamente sean nuevos, sino que sean eléctricos”.
Aumentar años importación
Sobre la posibilidad de aumentar los años para la importación de vehículos, Puig afirma que es una medida contraria al compromiso asumido por República Dominicana para contrarrestar los efectos del cambio climático.
“Si se importan vehículos de vieja generación, es decir, de una tecnología anterior, obviamente, estos vehículos van a contribuir a contaminar el ambiente y a generar gases de efecto invernadero”, explicó el funcionario.
El ejecutivo argumenta que no es “sensato” la importación de vehículos que en otros países ya no están autorizados para circular. “Deberían ser destruidos”, ya que “en la importación mientras más viejo, peor”.
El transporte es el sector de más rápido crecimiento en cuanto a porcentaje de emisiones, ya que aumenta aproximadamente un 6% al año. “En República Dominicana hay muchos vehículos, pero no se trata de que haya muchos o pocos, para poder enfrentar el fenómeno a nivel mundial, el centro del tema es eliminar prácticamente el uso de los combustibles fósiles”.
Para evitar que el planeta continúe calentándose se debe ir gradualmente cambiando el uso del carbón, el petróleo y el gas. “Se trata de eliminar los combustibles fósiles, comenzando por aquellos que son mayores emisores y más contaminantes”.
Movilidad eléctrica
“El paso del carbón, el petróleo y el gas a energías renovables supone incentivos claros, definidos y muy precisos a favor de las energías renovables”, explica el exministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Asumir estas medidas podría estimular la inversión. “Le da una seguridad al inversionista, lo estimula, favorece la planificación, porque se pueden calcular a mediano y largo plazo”, además elimina “costos inútiles”. En República Dominicana el transporte es dependiente de combustibles fósiles porque el país no cuenta con un sistema público eficiente. “Los únicos trenes que nosotros tenemos son los trenes del metro.
Desde ese punto de vista, es importante la extensión del metro” para diversificar las opciones de movilidad de los ciudadanos.
Puig precisa que para evidenciar buenos resultados ante organismos internacionales y poder exigir que otros países cambien, “República Dominicana está llamada a trabajar en la movilidad eléctrica y en la transformación de todo el parque vehicular hacia vehículos que no dependan de combustibles fósiles”.