El índice de precios al consumidor (IPC) de China, el principal indicador de la inflación, aumentó un 0.8% interanual en agosto, según los datos publicados este jueves por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Esto supone un descenso con respecto al dato del mes anterior, del 1%, y está por debajo de lo esperado por los analistas, quienes pronosticaban un avance de en torno al 1% para agosto.
Se trata del sexto mes consecutivo de aumento del indicador en China, después de que en enero y febrero -meses marcados por rebrotes del coronavirus- se contrajese un 0.3% y un 0.2%, respectivamente.
En la comparativa entre los meses de julio y agosto, los precios al consumidor subieron un 0.1%, algo que el experto de la ONE Dong.
Lijuan atribuye en parte al efecto de los rebrotes veraniegos en el este y el sur del país, además de las fuertes lluvias y altas temperaturas en varios puntos de China, que resultaron en un incremento de los precios de los alimentos.
Mientras tanto, en la comparación interanual se daba el efecto contrario: eran precisamente los precios alimentarios los que caían (-4.1%), al tiempo que los no alimentarios se encarecían un 1.9% con respecto a hace un año.
La ONE también hizo este jueves público el índice de precios a la producción (IPP), indicador de la inflación mayorista, que se elevó un 9.5% interanual en agosto.
Esto supone un avance de 0.5 puntos con respecto a la marca de julio y un salto respecto a las del séptimo y el quinto mes del año (9%), que fueron la cota máxima de este indicador en casi 13 años.
A pesar de que Pekín ha tomado cartas en el asunto, los precios industriales siguen experimentando la influencia del aumento de los costes de las materias primas.