A raíz de una litis judicial por la disputa en torno a la presidencia del Consejo Directivo de la Cruz Roja Dominicana, han salido a la luz, otra vez, datos sobre diversas irregularidades administrativas que durante años, aunque muy discretamente, se vienen dando en esa entidad.
Se pudiera ver esto como algo particular, pero resulta que la Cruz Roja recibe dinero del Estado (RD$562 millones este año) y nunca ha ofrecido detalles sobre la forma en que administra esos fondos.
Además, la Cruz Roja, que opera como una logia empresarial centralizada más que como una organización sin fines lucrativos, tiene negocios con el Estado, a través del arrendamiento, poco transparente, de las ambulancias que utiliza el Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1.
Las irregularidades internas han provocado el retiro de donaciones internacionales y todo apunta a que, en algún momento, el Gobierno tendrá que poner el ojo en esa entidad.