El Gobierno ultranacionalista de Hungría anunció este miércoles que en respuesta a la reciente subida de la inflación se fijarán los precios de varios alimentos básicos al nivel de octubre pasado.
“Hemos decidido intervenir sobre los precios de seis productos”, dijo el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, en un vídeo colgado en la red social Facebook.
La medida afecta el azúcar, la harina de trigo, el aceite de girasol, el lomo de cerdo, la pechuga de pollo y la leche de 2.8% de grasas, explicó el primer ministro.
Orbán precisó que los proveedores al por menor deberán bajar los precios de esos seis productos al nivel del pasado 15 de octubre, aunque no mencionó recompensas económicas por parte del Gobierno.
El primer ministro justificó la medida con el aumento de los precios de energía y agregó que esos alimentos se podrán comprar al precio reducido a partir del 1 de febrero.
Hungría había fijado ya un precio máximo de la gasolina 98, cuyo precio máximo no debe superar 1.35 por litro.
Pese a que la electricidad ya está sometida a un precio máximo en Hungría desde 2013, el reciente aumento de los precios de la energía a nivel mundial tiene un efecto secundario en el país centroeuropeo.
Según cálculos previos del Gobierno la inflación en Hungría en 2021 fue del 5.1%, frente al 3.3% registrado en 2020.
El país centroeuropeo, que no está en la zona euro, celebrará el próximo 3 de abril elecciones legislativas, en las que Orbán busca su cuarto mandato consecutivo.