Nada impide el derecho del Director de Comunicaciones y vocero de la Presidencia de la República tenga preferencias políticas. Es normal, pues haciendo política es que se ganan las elecciones para llegar al poder.
Sin embargo, en las últimas semanas, a pesar de que el presente período gubernamental de cuatro años aun no ha cumplido ni la mitad, el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, quien ha de ser también portavoz del presidente Luis Abinader, ha estado ofreciendo declaraciones de corte político electoral, lo cual no le hace quedar bien, toda vez que su labor es la de promover las acciones positivas del Gobierno y no el accionar político del Presidente.
Además de que no es tiempo de elecciones, por lo que falta mucho para la campaña política, es conveniente que Figueroa se concentre en la vocería de la Presidencia, que bastante bien lo hace, y que Abinader, cuando entre en política como candidato a la reelección, designe un vocero político distinto.