República Dominicana es azotado (literalmente) por una ola de cortes en el servicio de electricidad que han vuelto a recordar los peores años en materia de apagones. Esta vez, según los reportes, se debe a la salida abrupta de unidades de generación, unas por mantenimiento programado” y otras que fallaron y hubo que sacarlas de línea.
Esta nueva crisis, si es que pudiera llamarse así, deberá tener más de una lectura, según el cristal con que se mire. Ahora bien, lo importante aquí sería verle el lado positivo y aprovechar para tomar los correctivos de lugar en lo que tiene que ver con la capacidad de generación en reserva o “energía fría”. La salida repentina o sin planificación sólo puede justificarse por una falla o un accidente, pero no por descuido.
Las autoridades del sector eléctrico, como quiera, deben no sólo dar la cara, sino mantenerse alertas para que esto no vuelva a suceder.