[dropcap]E[/dropcap]l Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) recibió al jefe de la Policía Nacional, mayor general Nelson Ramón Peguero Paredes, quien le entregó a Rafael Blanco Canto, representante del principal gremio empresarial del país, el Plan Estratégico Policial 2016-2020.
La entrega de este documento, que muestra la intención del cuerpo de seguridad de ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía, merece especial atención y análisis de los principales agentes económicos del país. Quizá no sea necesario felicitar a la Policía por hacer bien lo que por función está obligada a hacer, que es garantizar paz y tranquilidad a todos por igual.
Ahora bien, el hecho de que entregue un documento asumiendo el compromiso ante la principal organización del sector privado sí tiene un valor superior. No sólo por el hecho de ir y asumir la responsabilidad, sino porque ahora habrá una vara o referencia para medir los resultados.
Ya los empresarios se han expresado en diversas oportunidades sobre el daño que provoca la inseguridad a la economía en todos los órdenes. Cualquier empresa, sin importar su tamaño, no está exenta de ser víctima de actos delincuenciales. Tampoco lo están los trabajadores, pues en el trayecto a su lugar de labores o de regreso a sus hogares han sido presa de la inseguridad.
La reforma policial, que ha sido metida en un cuarto frío y no se sabe hasta cuándo, debería ser prioridad. De ahí habrá de salir algo que beneficie a todos. Muy bien lo ha afirmado Blanco Canto: el sector empresarial es productivo y su trabajo no tendría ningún resultado si no es respaldado por una reforma policial que facilite a las víctimas mejor acceso de denuncia.
Cuando un país no es capaz de brindar tranquilidad a sus ciudadanos pone en entredicho no sólo este aspecto, sino su competencia para para garantizar seguridad a la inversión extranjera y a todos los que confían en el país.
Es positivo que el jefe de la Policía entienda que la preocupación del empresariado está en sintonía con el sentimiento de la ciudadanía total. República Dominicana, que depende también del turismo, es una nación que no está acostumbrada a los niveles de inseguridad que hoy se registran. Se han producido hechos que suceden a otros tan o más graves, lo que en cierto modo ha puesto a prueba la capacidad de asombro de la gente.
La decisión de Peguero Paredes merece un aplauso grande de todos, empresarios y pueblo en sentido general, y merecerá más aplausos cuando al pasar balance, de aquí al 2020, los resultados indiquen que ha valido la pena y que nuestros agentes han cumplido su deber.
Es preciso recordar que el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, ha sido lo suficientemente explícito al pedir una mejoría en los salarios de los servidores públicos. Los policías, por vía de consecuencia, necesitan que sus ingresos estén acorde con sus funciones de alto riesgo y de amor a la Patria.
Todo indica que el plan está bien sustentado. Se propone tener una policía organizada, garantizar un mejor servicio con patrullaje proactivo, aumentar el nivel de formación de los miembros, incentivar un cambio de percepción en la población sobre los agentes policiales y garantizar la calidad en el servicio. Ahora resta esperar.