República Dominicana necesita más empleos formales. Según el Banco Central, 58 de cada 100 empleos están en la informalidad. Este dato no debe preocupar porque sean improductivos, pues eso no es verdad, lo que sucede es que todo el que está en la informalidad no tiene acceso a servicios de salud, pensiones ni riesgos laborales.
En la medida en que las sociedades se desarrollan alcanzan un mayor nivel de formalidad en su mercado laboral. República Dominicana está obligada a vencer esta realidad y superar este lastre.
Los gobiernos, como gestores del Estado, están obligados a generar oportunidades de inversión para que las empresas, locales y extranjeras, inviertan sus capitales. Esto trae como consecuencia generación de empleos formales, bien remunerados, y más valor agregado para la economía. La tarea está fijada, ahora falta pasar a la acción.