“Ola de calor, muertes e incendios forestales”, “Temperaturas sin precedentes en Estados Unidos, Europa y China”, “Millones de personas en alerta por calor excesivo” son algunos de los titulares que, en este momento, están dando la vuelta al mundo; y es que, al parecer, este verano le recordará a todos que el cambio climático y el calentamiento global son, hoy en día, más que una amenaza, una realidad indiscutible.
En efecto, y según datos recogidos, “un tercio de la población de Estados Unidos está bajo avisos de calor excesivo y más del 80% de la población de ese país -265 millones de personas- experimentará temperaturas de más de 32 grados centígrados durante los próximos días (CNN, 2022). Así también, un calor extremo se registra en España, Francia y Reino Unido, con incendios forestales y hasta derretimiento de parte de una pista de aterrizaje en un aeropuerto.
Científicos e investigadores de todo el mundo vienen advirtiendo desde hace años, los efectos negativos que traerían los gases de efecto invernadero sobre la atmósfera y de cómo esto afectaría la vida de la gente en casi todo el planeta.
De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2016), alertó sobre esta situación y manifestó que el cambio climático y el calentamiento global incidirían en “las sequías, las olas de calor, las fuertes lluvias, los ciclones tropicales, el aumento del nivel del mar, el aumento de las temperaturas y los cambios en los ciclos de precipitaciones”, fenómenos que, a su vez, han “provocado el desplazamiento de trabajadores, interrumpido operaciones comerciales, dañado activos empresariales e infraestructuras y deteriorado de forma significativa las condiciones laborales, la salud y la seguridad en el trabajo, y la productividad laboral”.
En ese mismo sentido, en la edición 2022 de Climate Correction, conferencia anual de acción climática en Estados Unidos, se advirtió que “para 2050, se prevé que se produzcan 130 días al año de calor extremo en la Florida”, una de las ciudades que se perfila como las más vulnerables frente al cambio climático.
Se estima que “el llamado estado del sol perdió aproximadamente 5,4 mil millones de dólares en el valor de sus inmuebles entre 2005 y 2017; el precio de las viviendas en las zonas de riesgo descendió entre 5% y 10% entre 2018 y 2020 y es posible que pierdan un valor de entre 5 y 15% adicional antes de 2030. Los seguros de inmuebles se han incrementado entre 26% y 34%”. Como se observa, las evidencias de que el cambio climático y el calentamiento global son un problema real y que hay que hacer algo al respecto, son cada vez más contundentes.
Más aún, Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional, afirma que “el cambio climático se ha convertido en una cuestión de derechos humanos no sólo porque sus efectos devastadores afectan el disfrute de los derechos humanos, sino también porque es un fenómeno causado por el ser humano que los gobiernos pueden mitigar”. Así también, y según la Organización Mundial de la Salud, se prevé que el cambio climático provoque 250,000 muertes al año entre 2030 y 2050 por malaria, malnutrición, diarrea y olas de calor.
En el caso de República Dominicana, también se están registrando temperaturas cada vez más altas aunque, al parecer, esto aún no está representando un peligro para la población. Sin embargo, los riesgos de inundaciones por fenómenos naturales existen, los problemas de sequías, también. Eso implica que deberíamos tener mayor preocupación de la que se ve en los medios de comunicación y en las redes sociales, pues el cambio climático y el calentamiento global es otra pandemia mundial y en algún momento nos tocará más de cerca y deberemos enfrentarla. Hay que prepararse para eso.