La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han elaborado un informe conjunto, en donde revelan que la “recuperación del empleo ha sido lenta, incompleta y desigual”.
En efecto, en el estudio sobre la “Coyuntura Laboral” en Latinoamérica, se enfatiza que durante el 2021 se produjo una mejora en los indicadores vinculados a la disminución de la tasa de desocupación y al incremento del empleo, aunque se argumenta que eso no estuvo en correspondencia con el crecimiento de 6.6% del producto interno bruto obtenido por la región.
Y es que la “dinámica entre el empleo y la actividad económica desempeña un papel fundamental a la hora de implementar mayores y más oportunas políticas laborales, por lo que los posibles rezagos del empleo sugieren la necesidad de reforzar los instrumentos que faciliten la reincorporación de las personas al mercado laboral”.
Por otra parte, cuando se hace referencia a que la recuperación de los empleos ha sido lenta, se está apuntando a que aún los niveles de empleo no alcanzan a los que se tenían con anterioridad a la pandemia del covid-19.
En esa misma línea, la expansión desigual del empleo, durante el 2021, está relacionada con el hecho de que las mujeres fueron menos beneficiadas en la recuperación de los mencionados empleos, reportándose que las trabajadoras domésticas fueron de las más afectadas con este fenómeno. Así también, se afirma que los trabajadores por cuenta propia experimentaron la mayor tasa de crecimiento del empleo durante el 2021, con un incremento de un 9.9% respecto al 2020, lo que implica 4,2 puntos porcentuales más que el de los asalariados, quienes aumentaron un 5.7%.
Otro dato relevante aparecido en el estudio de marras, es el referente a la asimetría que ha ocurrido, en términos de la recuperación del empleo, entre los países de la región. Por ejemplo, mientras la mayoría de los países aumentaron el número de ocupados durante el 2021, países como Nicaragua experimentaron contracciones preocupantes.
En ese mismo orden, “Dadas las diferencias en la dinámica de la evolución del empleo, en algunos países el crecimiento de esta variable fue insuficiente para alcanzar el número de ocupados que registraban al cierre del 2019. Este es el caso de países como Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana, donde la brecha del empleo entre el cuarto trimestre de 2019 y el cuarto trimestre de 2021 se situó en un 5.5%, un 1.9%, un 3.8% y un 1.7%, respectivamente (Cepal/OIT, 2022).
Pero las diferencias en cuanto a la recuperación del empleo en la región, también se establecieron a nivel de los sectores productivos. Por ejemplo, el informe destaca que las actividades económicas que mayor incremento en el empleo mostraron fueron: sector agrícola (27.2%), servicios básicos (19.4%), restaurantes y hoteles (17.9%), servicios financieros (11.9%) y construcción (11.7%). Por el contrario, los de menor crecimiento en la cantidad de ocupados fueron los sectores: manufactura (2.8%), servicios comunales (6.0%) y comercio (8,0%).
Otra variable de importancia relacionada con la recuperación del empleo en la región, es el de los salarios reales y nominales que, evidentemente, se han visto afectados por las presiones inflacionarias de los últimos dos años y que ha afectado, de manera sensible, a la capacidad de compra de los trabajadores formales, pero también de aquellos que se encuentran colocados en el lado desigual de la distribución del ingreso. Pero esto último será materia de otra historia, la cual será contada la próxima semana.