La presidenta de la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos, Edith Ramírez, afirmó ayer que poner a funcionar plenamente una agencia de competencia exige “determinación política” y “un compromiso al más alto nivel del gobierno” para fomentar mercados competitivos que beneficien a los consumidores.
La funcionaria estadounidense respaldó públicamente los esfuerzos que realiza la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para estimular en las asociaciones empresariales, en el gobierno y en la sociedad en sentido general actuaciones y conductas que aseguren la competencia y el juego justo en los mercados de bienes y servicios.
Al pronunciar la conferencia magistral del II Foro Nacional de Competencia: “Impacto de la Competencia en el Crecimiento Económico, Equidad Social y Justa Distribución de Bienes y Servicios”, celebrado ayer en el hotel Embassy Suite, Ramírez explicó que en Estados Unidos, la ley antimonopólica tiene más de cien años, lo que ha permitido la existencia de mercados libres y el ejercicio de una competencia robusta.
Sostuvo que aunque en República Dominicana la realidad es muy diferente de la que existe en Estados Unidos, eso no significa que los desafíos en materia de competencia sean inalcanzables.
“Crear una agencia dotada de la habilidad de lograr su propósito requiere de un compromiso al más alto nivel del gobierno para hacer de la competencia una pieza central de su programa económico”; para luego dejar claro que las leyes y políticas fuertes de competencia son cruciales “nos llevan a precios más bajos, mayor calidad y mejor servicio para los consumidores”.
En sus palabras de bienvenida, la presidenta de la Comisión Nacional de Defensa de Competencia, Michelle Cohen, afirmó que el correcto arbitraje de la rivalidad empresarial es un elemento imprescindible para ordenar el comportamiento de los agentes económicos de los mercados, creando un ambiente idóneo que se traduce en prosperidad.
“Cuando no existen normas competitivas, se afectan las posibilidades de los consumidores, se obstaculiza la aparición de nuevos competidores y se impide que los países logren un equilibrio social sustentable”, recalcó Cohen.
Mario Umaña, especialista líder en competencia del Banco Interamericano de Desarrollo, instó a los más de 200 asistentes al foro a que no le tengan miedo a la competencia económica.
Planteó que conseguir que los mercados de bienes y servicios operen de manera competitiva es una preocupación global y válida en múltiples modelos económicos que no se ha puesto de moda ahora, sino que existe desde hace más de tres siglos.
Desde la óptica del experto, la competencia no es un esquema jurídico para luchar contra las empresas grandes, ni un sistema para proteger a las pequeñas empresas. “Tampoco impide la concentración, a menos que se dañe la competencia y no defiende a los competidores”, precisó.
Explicó que la competencia apuesta a una rivalidad con reglas claras: “Lo que no se vale es no competir, fijar precios o repartirse el mercado; abusar de la posición de dominio o colocar precios predatorios”, enfatizó.
En términos similares se pronunció el embajador de la Delegación Europea en el país, Andrés Navarro, quien al pronunciar su ponencia declaró que “la posición dominante en sí no es negativa, lo que es negativo es que se use esa posición para sacar a otros competidores del mercado y para conseguir otros fines que no se justifiquen”. Advirtió que para que una política de competencia sea específica no es suficiente con hacer solo señales, jornadas de capacitación y charlas, sino que hay que pasar a la práctica. “Para que una política de competencia funcione, lamentablemente muchas veces hace falta que se impongan sanciones”.
Ignacio Navarro Zermeño, comisionado de la Comisión Federal de Competencia Económica de México, apuntó que existe evidencia internacional sobre los beneficios que la competencia reporta a la productividad y al crecimiento de la economía. Indicó que a nivel mundial, el crecimiento de países con políticas de competencia es entre 2 y 3 por ciento mayor que el de los países que no cuentan con ella.
Asimismo, precisó que el Reino Unido se comprobó que las empresas más competitivas aumentan su productividad entre 4 y 5 por ciento versus las que enfrentan menos competencia.
En el II Foro Nacional de Competencia también expusieron: Vinicio Mella, viceministro de Desarrollo Industrial del Ministerio de Industria y Comercio, quien abordó el tema: “Equilibrio en las políticas públicas: entre la política industrial y la de competencia”, y Juan Ariel Jiménez, viceministro de la Presidencia de la República, que habló sobre “Crecimiento económico y equidad social”.
El foro se llevó a cabo en el marco de la “Semana de la Competencia”, que se lleva a cabo del 23 al 26 de febrero con distintas actividades y la participación de connotados especialistas nacionales e internacionales.