[dropcap]H[/dropcap]ay tres elementos que se han combinado para una reducción de aproximadamente 67% en los precios del petróleo (incluyendo derivados) desde febrero de 2014: mayor producción, menor demanda y la apreciación del dólar estadounidense.
Estos bienes primarios son los que tienen mayor incidencia en la economía dominicana, estrecha vinculación con las cuentas externas y fiscales.
El vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), Ernesto Selman, lo señala en un ensayo de diciembre pasado: Los términos de intercambio de la economía dominicana han mejorado por la reducción de los precios del barril del petróleo.
La factura petrolera dominicana finalizó 2014 en US$3,584 millones, un 20.7% de las importaciones totales, y en alrededor de US$2,298 millones en 2015, una caída relativa de 36% respecto al año anterior.
Para este 2016 la proyección del CREES es que termine en US$1,805 millones, una nueva reducción de 21.5%. Estos datos establecen que en los últimos tres años se habrá reducido en US$1,779 millones, un 49.6%.
Sin embargo, Selman entiende que República Dominicana debió aprovechar en su justa medida el escenario tan positivo en términos de su relación con el resto del mundo, pues, apunta, no se repetirá en 2016.
“Con el ahorro neto de US$1,020 millones previstos para 2015, se presentó una ventana de oportunidades importantes para hacer cambios fundamentales en la política económica”, sostiene en el ensayo.
Con algunas diferencias en las cifras respecto al CREES, Julio Lozano y Katherine Cabral, de la Dirección de Estudios Económicos de la Asociación de Bancos Comerciales (ABA), entienden que la disminución de la factura petrolera, que pasó de US$3,866.4 millones en 2014 a US$2,547 millones en 2015, mejoró las cuentas externas del país, produciéndose un ahorro de divisas de US$1,319.4 millones, equivalente a un 34.1%.
Reducción de precios del petróleo
Destacan que durante ese mismo período el precio del petróleo se redujo en 47.7%, lo que indica que la reducción de la factura petrolera se da vía un menor precio y no por una reducción en el consumo de combustibles.
“Es importante mencionar que el buen momento de la economía dominicana está relacionado, en buena medida, a los bajos precios del petróleo, los cuales han generado un aumento del ingreso disponible para los agentes económicos, estimulando así la demanda agregada y el crecimiento económico, y también han permitido la disminución de los desequilibrios internos y externos”, según el análisis de Lozano y Cabral.
En febrero de 2014 el petróleo se cotizaba a US$102.59 y en este mismo mes, pero en 2016, el precio medio del viernes estaba en US$33.36, una caída absoluta de US$66.91 por barril, un 66.73%.
En su análisis del CREES, Selman señala que hubo un alivio en las cuentas externas en los primeros nueve meses de 2015 por casi US$1,070 millones, que representó un ahorro para la economía dominicana. Estimó en 35.9% el requerimiento de dólares para la importación de petróleo durante el año pasado, equivalentes en US$1,285.0 millones.
“Debido a reducciones de precios adicionales de 22.3% y mayor volumen en 1.1% para 2016, estimamos se destinarán unos US$495 millones menos para las importaciones petroleras en 2016. Así, países como República Dominicana seguirán beneficiándose de menores precios del petróleo y derivados, mientras países productores se perjudicarán”, apunta.
Sin embargo, deja constar que el impacto positivo en la balanza de pagos hubiese sido mayor si los precios de los combustibles fósiles y, principalmente, la energía eléctrica se hubiesen ajustado a la caída de los precios del petróleo y derivados.
Crecimiento de otros sectores reflejado en resultados
Además del impacto que ha tenido en las cuentas externas y fiscales del país la reducción de los precios del petróleo, los analistas Julio Lozano y Katherine Cabral, de la Asociación de Bancos Comerciales (ABA), destacan que la disminución del déficit externo ha sido posible, en gran medida, gracias al crecimiento con respecto a 2014 de los renglones generadores de divisas: turismo (9.2%), exportaciones de zonas francas (6.8%), remesas (6.8%) e inversión extranjera directa (3.8%).
En conjunto estos rubros generaron US$665.2 millones adicionales. A su entender, la estabilidad externa es positiva para la economía en general en la medida que se traduce en estabilidad cambiaria y de los precios internos.
Para 2016 el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el déficit siga sin cambios (-2.0% del PIB) en la medida que se mantengan los bajos precios del petróleo. A partir de allí las proyecciones apuntan a nuevos aumentos de este déficit hasta ubicarse en 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, lo que coincidirá con la recuperación de los precios del petróleo.