El presupuesto es clave para la ejecución de las acciones gubernamentales, ya que esto puede promover el crecimiento o ralentización económica en segmentos específicos de un país. La ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, indica que la brecha en la partida presupuestaria de esa institución limita los programas dirigidos a la protección de las damas dominicanas.
De acuerdo con datos del Ministerio de la Mujer, el presupuesto tuvo un incremento de 54.8%, al pasar de RD$779 millones en 2020 a RD$1,206.9 millones en 2022, pero para la funcionaria, sigue siendo “aún precario”. “Nosotros necesitamos entre cinco y seis veces el presupuesto actual para satisfacer la demanda y labor que estamos ejecutando en todo el territorio nacional”, afirma.
Al analizar su ejecución, el organismo estatal registra un monto de RD$124.9 millones para programas alrededor de la mujer. De esa cantidad, el 70.3% lo abarca el proyecto “Mujeres en situación de vulnerabilidad que reciben bono para la primera vivienda” con RD$87.8 millones. “Podemos tener muchos planes, pero sin presupuesto son poemas en los escritorios de los funcionarios”, declara Jiménez.
Considera que los funcionarios deben trabajar para enfrentar problemas y contribuir a la transformación de la vida de los 10.8 millones de dominicanos. “Estamos acostumbrados a sociedades donde los ministerios importantes son los que construyen obras y hacen grandes inversiones; sin embargo, quienes estamos asociados al desarrollo humano tenemos un rol preponderante para que la población mejore su calidad de vida y avance hacia un mejor camino”, sostuvo.
Mercado
Emprender es cuesta arriba para muchas mujeres dominicanas en condición de vulnerabilidad, ya que enfrentan limitaciones como inequidad, desigualdad económica y el restringido acceso a financiamientos formales. Esta situación, a juicio de Jiménez, genera una brecha de género y una injusticia social que se presenta cuando estas féminas desean ser empresarias y diversificar sus finanzas.
El Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) señala que el 14% de las micro, pequeñas y medianas empresas están lideradas por mujeres y un 21.1% son propiedad conjunta. Mientras, el 64.9% pertenece a hombres. Además, el 59.8% de las mipymes lideradas por mujeres presenta ventas iguales o inferiores al salario mínimo local.
En el mercado laboral, donde la participación de las mujeres presenta brechas respecto a los hombres en términos de ocupación y salarios, Jiménez comenta que la autonomía económica de ellas es un componente clave para superar estas desigualdades.
“Tener a féminas en posiciones de altos rangos disminuirá la idea de que ellas deben estar en el hogar, eso conlleva a que las microempresarias vean en el sector formal una opción para crear riquezas y mejorar la calidad de vida de su entorno”, afianza.
Conforme a datos del Banco Central, República Dominicana registra 4,465,220 población ocupada. De esta cantidad, el 51.7% corresponde al mercado informal (2,306,509), y el sector formal totaliza 2,158,711 personas, es decir, el 48.3%.
Entiende que la diversidad de las instituciones hace posible que la sociedad avance y representa una oportunidad para incrementar las utilidades de las empresas, o sea, un fortalecimiento de la economía. Asimismo, aumenta las oportunidades para las generaciones futuras. Jiménez comenta que las empresas y el Estado están entendiendo su impacto y se inclinan por la equidad e igualdad de género de sus colaboradores con mismas posiciones e iguales remuneraciones salariales.
Empoderamiento
Estudios indican que el 34% de las emprendedoras temen al fracaso de sus negocios, mientras el 43% señala que se les dificulta acceder a los productos bancarios para ampliar sus operaciones debido a carecer de historial crediticio.
Ante esto, el organismo establece un fondo de RD$100 millones para apoyar el empoderamiento económico de las mujeres, para que las microempresarias tengan las oportunidades de expandir sus proyectos empresariales y mejorar sus familias. Sin embargo, existen retos que deben superar para seguir abriéndose camino.
“Las mujeres tienen que ser capaces de liderar puestos gerenciales, asumir el riesgo de poner en práctica las ideas que tengan y penetrar en sectores que son catalogados de hombres”, agregó la ministra.
Jiménez resaltó la importancia de que se desarrollen negocios que estén orientados a ser productivos en sectores no tradicionales, ya que representa una ventana de oportunidades para generar riquezas que les ofrezcan bienestar para sus familias. Precisó que las mujeres deben “empoderarse y tener conciencia, conquistar espacios de poder, no solo apoyar al líder y quedarse en las sombras”, ya que tienen el potencial de penetrar en la producción nacional.
“Mientras más mujeres sean partícipes en puestos de mando, con equidad e igualdad dentro de una nación significa que habrá un mayor crecimiento económico”, acotó.