La nueva primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, avanzó una amnistía fiscal, incentivos para el empleo femenino y aumentar la búsqueda de gas en su mar territorial, en su discurso ante la Cámara de los Diputados previo a su investidura.
La líder de los ultraderechistas Hermanos de Italia, que juró el sábado y debe ahora elaborar “in extremis” una Ley de Presupuestos para el 2023, adelantó su intención de impulsar “una revolución copernicana” para favorecer “un pacto fiscal” basado en tres puntos.
El primer lugar quiere reducir la presión fiscal mediante una reforma “equitativa” del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) basado en los tipos de familia y extender un impuesto plano a autónomos que facturen hasta 100,000 euros anuales.
El segundo pilar de su futura reforma será “una tregua fiscal para permitir a ciudadanos y empresas en apuros, en particular a las pymes, regularizar su situación con el Fisco”, es decir, una amnistía.
Por último y tercer lugar, prometió “una continua lucha a la evasión fiscal”, especialmente contra grandes corporaciones y fraudes contra la imposición del IVA.
Por otro lado, Meloni avanzó su intención de reformar el Sistema de Pensiones “facilitando la flexibilidad de la jubilación con mecanismos que permitan la sostenibilidad del sistema de pensiones”, aunque no aportó más detalles al respecto.
En los últimos días ha trascendido que entre sus planes hay dos opciones: el sistema “Cuota 41”, defendida también por su vicepresidente Matteo Salvini y que permite jubilarse tras 41 años de cotizaciones sin tener en cuenta la edad del trabajador.
O también el sistema “Opzione Uomo”, que permitiría la jubilación entre los 60 y 62 años de edad después de haber cotizado 35 años, pero renunciando a un porcentaje de la asignación económica.
En este sentido, Meloni, primera al frente del Gobierno de Italia, señaló la necesidad de “incentivar sea como sea el empleo femenino” y propuso “premiar a las empresas que ofrezcan soluciones eficaces a la conciliación” y apoyando a los ayuntamientos que abran guarderías hasta el final de la jornada laboral.
También abordó el asunto de la inflación, en septiembre en el 8,9 %, un dato sin precedentes desde 1983, y adelantó medidas para aumentar las rentas familiares mediante una reducción de los gravámenes a la productividad y aumentar la franja de productos con IVA reducido al 5 %, sin indicar cuáles.
Y aprobará nuevas ayudas para aliviar el pago de los recibos de la luz y el gas, así como de carburantes, en plena escalada de los precios a causa de las tensiones con Rusia.
A este respecto, Meloni se mostró partidaria a aumentar las prospecciones de gas italiano: “Nuestros mares territoriales tienen yacimientos de gas que debemos explotar completamente”, dijo, en un momento en el que Italia ha atajado la dependencia con Rusia haciendo a Argelia su principal proveedor de esa materia.
Por último, arremetió contra la Renta de Ciudadanía, un controvertido sistema de subsidios impuesto por los populistas del Movimiento 5 Estrellas la anterior legislatura, que calificó de “derrota”.
“La pobreza no se combate con el asistencialismo, la puerta de la dignidad del hombre es el trabajo. Queremos mantener y, cuando sea posible, aumentar el obligado apoyo económico para los sujetos verdaderamente frágiles que no estén en condiciones de trabajar. Pero para el resto, la solución no puede ser la Renta de Ciudadanía sino el empleo”, apostó.
Asimismo, aprovechó la oportunidad para animar desde el Parlamento a la inversión extranjera: “Si el Gobierno logra hacer lo que tiene en mente, apostar por Italia podría ser no solo una inversión segura, sino incluso un negocio”, terminó.