El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD) de República Dominicana acaba de actualizar los datos referentes a algunas variables fundamentales de la economía dominicana, destacando su comportamiento al finalizar el 2022 y su tendencia para los próximos años.
En efecto, según el Panorama Macroeconómico 2022-2026 publicado por el MPEYD hace unos días, el producto bruto interno (PIB) dominicano finalizará con una expansión de un 5.3% al término de este 2022, lo que implica una disminución de siete puntos porcentuales con relación al 2021, cuando la economía dominicana creció un importante 12.3%.
Sin embargo, si se compara esta tasa de crecimiento esperada para el país con lo que se pronostica para el resto de los países de América Latina y el Caribe (ALyC), se puede resumir con que el PIB dominicano tendrá una expansión robusta, solo comparada con el comportamiento que tendrán las economías de Colombia (7,6%), Venezuela (7.2), Panamá (6.2%), y Argentina (4.0%).
En su conjunto, y según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la economía de ALyC crecerá un 3.2% cuando caiga este 2022, menor al desempeño que se espera de la economía dominicana. No obstante esta recuperación del crecimiento económico de la mayoría de los países para el 2022, las expectativas que existen para el próximo año son de que todas las economías ralenticen su ritmo de expansión, sobre todo porque, además de los efectos negativos que tuvo la Pandemia del Covid-19 y está teniendo la guerra entre Rusia y Ucrania, ahora se suma el shock del endurecimiento de las condiciones financieras mundiales (Foro Económico Mundial, Octubre 2022).
Según esta organización, “el financiamiento es cada vez más escaso y caro, debido al aumento de las tasas de interés por parte de los bancos centrales para controlar la inflación. Los flujos de capitales a los mercados emergentes están desacelerándose y los costos de financiamiento externo, aumentando”.
Lo anterior también es válido para República Dominicana, la cual ha visto elevar su tasa de política monetaria (TPM) hasta un 8.50%, lo que ha provocado un incremento en la tasa de interés activa (promedio) del sistema financiero hasta un 18.4% (préstamos de consumo y/o personales), según datos del Banco Central al 14 de noviembre de 2022. La comparación interanual indica que hubo un aumento de 3.3 puntos porcentuales en la referida tasa con relación a noviembre de 2021, cuando se colocó en un 15.1%, lo que reafirma la incidencia en el costo del dinero que ha tenido el aumento en la TPM.
Aun cuando los datos muestran que, a nivel internacional, se ha producido una reducción en los precios del petróleo y en determinadas materias primas e insumos, lo cierto es que todavía persiste una gran incertidumbre con relación al comportamiento futuro que tendrá la economía mundial y, en particular, las tres grandes economías que marcan el rumbo de las demás: China, Estados Unidos y Unión Europea.
Con una inflación que no cede, a pesar de los esfuerzos de los bancos centrales de esas potencias, todos los pronósticos apuntan a que habrá una desaceleración de la economía mundial, la cual será liderada por las mencionadas economías.
Por ello, no se puede esperar que las economías latinoamericanas vayan a tener un buen desempeño en el 2023, como lo han tenido algunas en lo que va del 2022. Por suerte, los fundamentos que han sido establecidos por la autoridad monetaria y financiera del país, y que sustentan el comportamiento de la economía dominicana, continúan siendo sólidos, por lo que se augura que se tendrá un expansión del PIB dominicano del 4.5% durante el 2023. Como buenos dominicanos, debemos seguir apostando a la capacidad de recuperación que tienen la economía del país.