La pandemia del covid-19, el conflicto bélico ruso-ucraniano y, con todo ello, el alza de las materias primas ha hecho que República Dominicana permanezca bajo un choque inflacionario más persistente de la historia reciente.
En todo ese panorama, la política monetaria del Banco Central ha jugado un papel determinante para frenar el sobrecalentamiento de la economía a través de una medida restrictiva de las tasas de interés, combinado con los aportes realizados a través de los subsidios.
Para el economista Magín Díaz, que ha visto cómo la inflación dominicana ha fluctuado entre el 8% y el 10% en los últimos dos años, “si el Banco Central no interviene y el Gobierno no da RD$60,000 millones en subsidios, la inflación habría superado el 15%”.
Durante su ponencia “Retos/riesgos que enfrenta la economía dominicana en el corto y mediano plazo”, la institución monetaria ha tomado decisiones congruentes con el contexto internacional, marcado por el alza de las tasas de interés de los demás bancos centrales para mantener sus expectativas en este indicador económico. Además, “para que la gente no espere que esa inflación vaya a seguir en el futuro, para que los contratos y los salarios no se negocien ahora y que esa inflación se haga permanente”.
En el marco del II Foro Económico elDinero, Díaz enumeró 10 retos que enfrentará la economía dominicana durante el próximo año. La crisis migratoria que plantea Haití, el contexto internacional incierto, la presión de los aumentos salariales y el alza de los precios al sector eléctrico fueron, además de la inflación persistente, algunas de las limitantes que el Gobierno deberá combatir para mantener la estabilidad macroeconómica.
A estas variables se agregan la falta de una reestructuración fiscal, una presión tributaria sectorial, la necesidad de soluciones financieras a problemas económicos, la corrupción y la desigualdad social creciente que está padeciendo el país.
Pese a estas tareas pendientes por enfrentar, el también director de EcoMod resalta que la economía dominicana tiene virtudes que le permitirán sortearlas, como uno de los países con mejor desempeño financiero de América Latina y el Caribe, así como cosechar en su transcurso “un alto crecimiento económico y pocas crisis”.